Mientras el Ministerio de Trabajo dictó anoche la conciliación obligatoria para evitar los despidos en la empresa ensambladora de computadoras Banghó, fuentes sindicales aseguraron que durante la tarde de ayer el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (OUM), Antonio Caló, mantuvo una reunión reservada con el presidente de la Nación, Mauricio Macri, para buscarle una solución al conflicto.
Antes, el secretario de Comercio, Miguel Braun, fue quien retó al dueño de la empresa por dejar de producir, despedir a un tercio de sus empleados y culpar a la baja de aranceles a la importación de productos electrónicos de los problemas por los que atraviesa la empresa.
Fue Braun el vocero oficial y quien sostuvo que la compañía ensambladora de computadoras "tiene la capacidad industrial para dedicarse a otra actividad". Y agregó que "si el empresario no toma esa decisión y cierra su empresa ante la primera de cambio, el compromiso del Gobierno es con los trabajadores y los vamos a cuidar".
En ese sentido, y en declaraciones radiales, el funcionario agregó que el Gobierno tiene programas que brindan "seguro de desempleo extendido por un año a los trabajadores, subsidio a empresas que contraten a esos trabajadores y financiamiento para ayudar a las empresas a reconvertirse".
Justificó también la baja de aranceles a la importación de insumos porque "beneficiará muy fuertemente a los consumidores y será muy positiva para la creación neta de empleos".
La medida, que entrará en vigencia el 31 de marzo, es criticada por las empresas locales como Banghó por entender que generará cierre de plantas y despidos, tal como ocurrió con esta marca. Sin embargo, Braun aseguró que la medida "está teniendo un impacto fenomenal en la baja de precios de las computadoras, las tablets y otros productos y apunta a favorecer a los consumidores y las empresas, entre ellas las Pyme, que usan tecnología, además de reducir la brecha digital".
El funcionario indicó que "la gran mayoría de las empresas del sector "está pudiendo reconvertirse y se están sosteniendo con el programa Conectar-Igualdad, que va a seguir comprando computadoras nacionales".
Mientras tanto, los trabajadores de PC-Arts Argentina, que fabricaba la marca Banghó, tomaron la planta de la localidad bonaerense de Vicente López el martes pasado. Hasta ayer, recibieron telegramas de despido más de 200 empleados y el dueño de la compañía, Carlos Suaya, admitió que se trataba del "primer paso" si el Gobierno no aclara si habrá algún gradualismo en la baja del arancel de importación de productos electrónicos.
Mediante un comunicado, la firma ya había advertido que "las numerosas gestiones realizadas durante los últimos nueve meses por la empresa, junto a los Sindicatos y Cámaras afines, en pos de revertir la medida de baja de aranceles, incluyendo el aviso de pérdida de casi la totalidad de los puestos de trabajo, han sido infructuosas, y el Gobierno reconfirmó su aplicación".
Fuente: El Cronista