San Isidro, Juicio al ladrón golpeador de mujeres: "Si me paro te rompo la nariz a trompadas"

Fue la amenaza del acusado para el fiscal que lo detuvo. Lo dijo en el inicio del debate en su contra por 12 robos. Su modus operandi: irrumpía a los gritos y les daba un cachetazo o una trompada a alguna de las vendedoras.

 

"Si me paro te rompo la nariz a trompadas". Desde el banquillo de los acusado Juan Pablo Majo Molinari miró fijo al fiscal Patricio Ferrari y lanzó la amenaza. Su historial de violencia no es un dato menor. La Policía lo bautizó “el golpeador de mujeres” y hoy, en el comienzo del juicio en su contra por asaltar una docena de comercios en San Isidro y Martínez, lo dejó bien en claro.

Su brutal modus operandi fue su sello, y su condena: elegía locales atendidos sólo por mujeres donde irrumpía a los gritos y les daba un cachetazo o una trompada a alguna de las vendedoras para generar temor en el resto y lograr que le entreguen la recaudación.

Majo Molinari, de 39 años, llega detenido al juicio que comenzó hoy en el Juzgado Correccional 4 de San Isidro, a cargo del juez Facundo Ocampo. Allí, deberá enfrentar a todas las víctimas que lo reconocieron en la causa. Pero antes de ello, y al inicial su declaración indagatoria, amenazó al fiscal que lo detuvo y que está a cargo de la acusación en el debate oral con romperle la nariz "a trompadas".

Según la investigación del fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, quien trabajó junto a su colega de Martínez Gastón Garbus, Majo Molinari está imputado de 12 robos simples: 11 concretados y uno en tentativa. La docena de asaltos fue cometida entre el 1 y el 27 de diciembre de 2014 en locales de San Isidro y Martínez. Y, en total, el sospechoso se hizo de 34.000 pesos en efectivo y algunos días cometió dos o tres ataques, algunos incluso en la misma cuadra.

Majo Molinari tenía siempre el mismo modus operandi: elegía locales sólo atendidos por mujeres, a las que golpeaba y asustaba a gritos para concretar los robos. La clave de esta investigación fueron las cámaras de seguridad, que lo grabaron a cara descubierta, tal como solía concretar sus asaltos.

Así se pudo determinar que se trataba de un mismo delincuente alto, semicalvo y con tatuajes en su hombro izquierdo, al que la Policía bautizó "el golpeador serial de mujeres". Es más, en los videos se logró identificar el auto al que se subió tras uno de los robos: era un remís.

El remisero declaró en la causa que el hombre por el que le preguntaban lo solía contratar para ir a hacer cobranzas y que siempre lo iba a buscar en inmediaciones de la villa Borges, de Vicente López. Así fue como el 29 de diciembre de 2014, dos días después de su último golpe, lo detuvieron.

Luego se supo es que no sólo lo buscaba la Policía Bonaerense: el imputado ahora es investigado por una fiscalía de instrucción porteña por una serie de robos cometidos de la misma forma que actuaba “el golpeador de mujeres”, pero en locales de la Ciudad de Buenos Aires.

 

Fuente: Télam