Gonzalo Meschengieser, médico sanitarista, es desde diciembre el Secretario de Política Sanitaria y Desarrollo Humano de Tigre. Recibió a Que Pasa en su oficina y dialogó sobre la situación del sistema de salud en Tigre, el funcionamiento del hospital de Pacheco, el "sueño" del hospital Municipal y las principales metas de su área para los próximos meses.
Estás a cargo de área muy sensible, en lo social y también lo político. La problemática de salud, el funcionamiento del hospital provincial de Pacheco, han sido temas centrales en la última campaña. La responsabilidad del sistema de salud es centralmente provincial, pero el vecino, necesitando respuestas, no distingue al momento de asignar responsabilidades…
Es así, la preocupación en salud está creciendo. Cada vez que hacemos un estudio vemos que crece el porcentaje de vecinos que tiene a la salud como su principal preocupación. En los últimos estudios, un 22% de los vecinos tiene algún tipo de inquietud respecto a la salud. En ese marco, tenemos que encontrar una solución. No importa ya si la salud depende de la Nación, de la Provincia, de las obras sociales sindicales o del Estado Municipal. Tenemos que hacer algo. En términos presupuestarios, encarar la oferta de servicios que debería tener Tigre es muy difícil. Para que te des una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tener entre 1 y 1½ camas de internación cada mil habitantes. Eso daría en Tigre unas 600 camas. Hoy tenemos sólo Pacheco con alrededor de 140 camas. Es muy deficitario. Y esto mismo pasa con camas de terapia intensiva, con la cantidad de quirófanos, con la oferta de servicio de cirugía. La oferta de servicios del sector privado es deficitaria también. Estamos tratando, por pedido Julio (Zamora), de encontrarle una vuelta a esta situación.
Uno de los planteos históricos que tienen los vecinos es tener un hospital municipal. En términos presupuestarios parece una utopía, pero nuestro espacio político se caracteriza por ver un poco más allá
Uno de los planteos históricos que tienen los vecinos es tener un hospital municipal. En términos presupuestarios, parece una utopía, pero nuestro espacio político se caracteriza por ver un poco más allá. Ya lo hicimos en seguridad, en servicios públicos, infraestructura. Salud tiene que volver a ser una espada de la gestión y ver de qué manera, con aporte privado, de obras sociales sindicales, podemos empezar a soñar con eso.
¿Y la articulación con los funcionarios provinciales es buena?
Honestamente, tenemos buen diálogo con la Provincia de Buenos Aires. Estuvimos hace poco con Julio y el Ministro de Salud de la Provincia. Hay intercambio de ideas, tenemos espacio para expresarnos. Pero la realidad es que no aparecen los fondos, no vemos que la gestión provincial termine de solucionar los problemas de los vecinos de Tigre. Y esto pasa no sólo con el hospital de Pacheco, donde es necesaria una dosis de inversión importante, sino también con el sistema SAME de ambulancias: la Provincia quedó en facilitar 11 móviles y todavía no cumplieron. Y también pasa en el caso de los suministros de medicamentos y vacunas.
¿Se está cortando el abastecimiento?
Está siendo muy irregular el abastecimiento. Hay meses que funciona bien, hay veces que funciona mal. Pero lo cierto es que los pacientes crónicos, el problema lo tienen todos los días, no tiene diabetes en el mes de febrero, se cura en marzo y la vuelve a tener en abril.
Asumiste en diciembre… ¿te pusiste algún objetivo para, en principio, estos dos años?
Si. La primera meta que me puse es que todas las villas y asentamientos tengan un plan de desarrollo de infraestructura. Este es el legado que tenemos que dejar en estos dos años, que ojalá revalidemos el gobierno. Hicimos un diagnóstico: hay entre 44 y 57 barrios muy humildes de Tigre, en las 11 localidades, que merecen una atención en particular y no tienen desarrollados planes de infraestructura: apertura de calles, tendido de redes de servicios públicos, no tienen la posibilidad de ingresar los servicios de emergencia (bomberos, ambulancia, policía). La segunda meta es lo que hablábamos recién: empezar a transitar un camino de más servicios de salud de segundo nivel, que si bien son responsabilidad de la Provincia, no podemos desentedernos, y como municipio estamos buscando alternativas de financiamiento para que los vecinos de Tigre tengan más servicios. Entre este año y el que viene vamos a implementar tres unidades de diagnóstico precoz. Eso nos va permitir dar respuesta a un porcentaje de la demanda que hoy no puede ser satisfecha en los centros atención primaria, por no tener rayos, laboratorio y ecografía.
Hace poco hicieron dos anuncios, que atienden a problemáticas de género. Uno es el de una casa de tránsito para mujeres víctimas de violencia de género…
Si. El problema que tiene la mujer víctima de violencia de género es multifactorial y la traducción a sintomatología también es múltiple. Y uno de los problemas es la convivencia propia con el agresor, y la necesidad de cierto distanciamiento físico. Si uno quiere abordar la problemática de forma integral, tiene que pensar en dar contención psicológica, afectiva y emocional a mujer. Dar una solución habitacional, o si hay una restricción perimetral, ayudar a que se cumpla. Y por último dar un trabajo, una posibilidad de independencia económica. Hasta ahora todo el acompañamiento terapéutico y judicial lo hicimos de manera muy eficiente, con todos los dispositivos de domicilio: botón de pánico, sistema DAMA y SMS, ahora con el nuevo “Alerta Género”. Nos queda todavía la parte económica. Con el programa Mujeres Emprendedoras dimos un pasito, pero todavía son pocas, 200 mujeres de más de 6000 que tenemos bajo programa. Y nos queda la tercera pata: la solución habitacional. Hasta el momento trabajamos con el Hogar Laura Vicuña, que permite paliar el déficit habitacional de la víctima de violencia de género. Pero ahora se nos agrega otro tema, que es el problema de la mujer víctima de violencia de género, que tiene un hijo con alguna discapacidad o enfermedad. Tuvimos dos casos seguidos. Uno fue un caso de una mujer que tenía una chiquita con cáncer, que se estaba tratando en el Garrahan y estaba viviendo en la estación de tren de Tigre. Esa situación tan dramática nos alertó qué nos está faltando una pata en nuestro programa. Entonces, reconvertimos unos módulos habitacionales que teníamos en El Talar sur, para darles la función de un hogar de tránsito para mujeres víctima de género, con un hijo con una discapacidad y que tengan la solución habitacional definitiva en el corto plazo.
Y el otro anuncio, también dentro de las problemáticas de género, es el de un centro para el tratamiento de adicciones especializado en mujeres. ¿Por pensaron en esta especifidad?
El principal problema era la falta de oferta: en toda la zona norte y noroeste no hay un centro especializado en mujeres. Recién en Luján hay uno. Partimos de esa base para pensar en un servicio exclusivo para mujeres. Hay razones que tienen que ver con la maternidad y la matriz psicosocial de la mujer, que hacen importante tener un lugar exclusivo. Y además fue un pedido de los movimientos sociales, como Barrios de Pie y el Movimiento Evita, que venían trabajando la problemática a nivel Provincial y plantearon que el centro tenga este perfil. Y Julio, en esta reconstrucción que está haciendo del espacio nacional y popular, le pareció que era un buen momento para escuchar a las organizaciones sociales que tienen un contacto muy cercano con la sociedad civil.
La discapacidad va ser un eje de nuestra política pública
Y ya cerrando la entrevista, ¿hay otras políticas que te interese destacar y contarle al vecino lo que están haciendo y van a hacer en los próximos meses?
La discapacidad va ser un eje de nuestra política pública. Pusimos de nuevo en funcionamiento el Consejo de Personas con Discapacidad. Estamos llevando a cabo, en todo el territorio, un censo para detectar casos y tramitar a través del municipio el Certificado Único. Hemos detectado que hay un porcentaje muy bajo de población con certificado y nos gustaría tener mejor cobertura. Infancia, es otro de los ejes de gestión de Julio para este año y medio que viene. Estamos recibiendo más de 5 denuncias por día de abuso sexual. Estamos lanzando una campaña muy fuerte de prevención, con algunos dispositivos que vamos a poner en práctica. Buscamos también que Tigre se convierta en un Municipio de abrigo, es decir, que los chicos que están judicializados no tengan que ir a alojarse con familias en otros municipios. Y por último, la maternidad: queremos que Tigre sea la ciudad que mejor trate a sus madres y a sus chicos, sobre todo en la primera infancia. Vamos a poner en funcionamiento un dispositivo tangencial a la propia maternidad, que este año va a cumplir un récord con 5500 partos.