Del Gaumont al Martinelli: El documental Ser Luthier se proyecta en San Fernando

Las sanfernandinas María Victoria Ferrari y Rocío Gauna cuentan las historias detrás de los talleres de luthería no sólo de la región, sino también de distintos puntos de la Argentina, en un audiovisual que se proyectará en la sala de Victoria el sábado 2 de junio.

El oficio de la música va más allá de los acordes, de los trasteos y muchas veces de los músicos mismos. Hay una piedra fundacional de la construcción del sonido de la que poco se hablaba: los luthiers. Y decimos que poco se "hablaba" porque a partir del estreno de Ser Luthier el pasado jueves 3 de mayo en el Espacio INCAA - Cine Gaumont, quienes vieron el documental pudieron conocer la vida y obra de estos personajes encargados de darle vida a las herramientas de la música.

Quienes no lo vieron, por otra parte, tendrán una oportunidad para hacerlo en la Zona Norte, ya que el sábado 2 de junio a las 20.30 horas, en el Teatro Martinelli, las directoras ofrecerán una charla con el público y luego se proyectará la película, con entrada gratuita. Asimismo, en la sala ubicada en Lavalle 3021, el espectáculo contará con la participación de la banda invitada La Chakamanía.

Las artífices de este entramado audiovisual que recorre distintos talleres de artesanos no sólo en San Fernando, Olivos y San Isidro, sino también en distintas regiones del país, son dos sanfernandinas: María Victoria Ferrari y Rocío Gauna, quienes relatan en una hora el trabajo, las pasiones, y la cotidianidad de este oficio esencial para el mundo del arte.

"La idea surgió de acompañar a un luthier amigo de San Fernando, Javier Gandolfo, a una muestra de música en La Plata allá por 2013. Fuimos a sacar fotos, pero estando ahí nos dimos cuenta con Rocío que había que hacer algo más. Investigamos si se había hecho algo audiovisual sobre el tema, y descubrimos que no, así que decidimos emprender el camino del documental", cuenta Ferrari a Que Pasa.

El documental empezó hace cinco años como un objetivo personal, a pulmón, y con pocos recursos, y después de comenzar a encararlo, Gauna y Ferrari presentaron un proyecto en el Fondo Nacional de las Artes. "Eso nos permitió recorrer otros puntos del país, como Lago Puelo, y Misiones, y alquilar equipos de sonido y de cámara", dice una de las directoras y aclara además que "la película no habla de cómo se hace un instrumento, sino de cómo son los luthiers, cómo viven, y por qué eligen esa profesión".

Entre una de las mayores dificultades, Ferrari recuerda que "muchos luthiers no creían en compartir el conocimiento, de hecho nos pasó con uno en la localidad de Virreyes, que lo veía como algo más que se pasa de padre a hijo, o incluso algunos que no querían compartir lo que pasaba en sus talleres".

La luthería y el género: otra dificultad

En 2016 el documental estaba terminado, pero al tener tan solo 45 minutos, no calificaba como largometraje. En ese momento, Ferrari y Gauna, siendo dos directoras mujeres, decidieron encarar otra dificultad que se sumaba al difícil acceso a los talleres de luthería: la de entrevistar luthiers mujeres.

"No era porque no habíamos querido hacerlo antes, sino porque las mujeres son minoría en el mundo de la luthería. Es un oficio, como tantos otros, que históricamente estaba vinculado a los hombres, y en el que las mujeres están entrando de a poco", explica Ferrari, y añade: "En la búsqueda conocimos a Paula Godoy, luthier de violines, y Silvia Espina, de guitarras y bajos, y las incorporamos al documental, en el que aparecen otras mujeres como ayudantes de los luthiers".

"Las dificultades que nos fuimos encontrando nos ayudaron a tener la película que hoy estamos contentas de tener. Y esos lazos o vínculos que eran difíciles de conseguir en una primera etapa hoy podemos mantenerlos", expresa.