Un 24 de agosto, pero de 1916, el primer tren eléctrico de pasajeros de toda la Argentina y del continente sudamericano salió desde Retiro con destino a Tigre. El entonces presidente, Victorino de la Plaza, cortaba la cinta inaugural, y una muchedumbre era testigo del gran cambio tecnológico: la electricidad dejaba atrás al vapor.
Para que este cambio fuera posible, se construyó una usina eléctrica en el Canal San Fernando y se tendió todo el cableado subterráneo para que la energía llegue hasta el tercer riel, que es el que corre paralelo a las vías y alimenta a los trenes para que puedan moverse, entre otras obras. Los trenes estaban carrozados en madera y en la inscripción se leía “Ferrocarril Central Argentino”. El actual nombre de la línea, General Mitre, sería adoptado recién unos 30 años después de aquel primer servicio eléctrico.
El Ferrocarril Central Argentino compró lo que antes era el Ferrocarril del Norte, inaugurado allá por 1857. Ese mismo ferrocarril fue el que en 1862 llegó a Olivos y San Isidro, en 1864 al partido de San Fernando y un año después a Tigre.
En 1916, más precisamente el 24 de agosto a las 15:25, partió de Retiro a la antigua estación Tigre C. el primer tren eléctrico de la Argentina, en un trazado de poco más de 28 kilómetros, y también el primer país del mundo en electrificar un ramal de trocha ancha.
Las primeras formaciones tenían carrocería de madera, funcionaron hasta 1931, y tardaban entre 25 minutos y media hora en arribar a Retiro desde la cabecera de la zona norte.