Selva. Amazonas. Guerra civil.
Este es el contexto elegido para contar la historia de un grupo de adolescentes guerrilleros que integran una facción de "La organización" colombiana. Los jóvenes han secuestrado a una doctora estadounidense y deben realizar tareas de entrenamiento mientras esperan órdenes de sus superiores.
Una película cruda y brutal que centra especial atención en los códigos de la guerrilla, en los rituales místicos y dionisíacos de los que participan estos niños y su supervivencia en el pleno estado de naturaleza. A medida que la película avanza la selva se va poniendo más densa y crece la deshumanización.
La puesta en escena se caracteriza por un sonido estruendoso y ensordecedor que remite a las vibraciones de un helicóptero, y también quizás, a locura de los personajes. Monos tiene mucho de Apocalipsis now, de la oscuridad del poder cuando la humanidad y la racionalidad se han perdido por completo. Pero también tiene mucho de la inocencia perdida de las películas setentistas. Una amalgama inusual e inquietante, desborde emocional ideal para los que busquen exorcizar algunas pasiones.