Tras varias gestiones ante el gremio y el Gobierno, la filial argentina de la empresa alimenticia Mondelez finalmente abrió el Proceso Preventivo de Crisis y se dispone a suspender a 500 operarios de sus plantas de Victoria (San Fernando) y General Pacheco (Tigre).
La "propuesta" de la empresa es suspender por seis meses a 350 trabajadores de la planta de General Pacheco. Allí se producen las marcas Oreo, Pepitos, Express, Variedad, galletitas Mayco, Tita, Rodhesia y alfajores Milka, Shot y Terrabusi, y 150 de la planta de Victoria, donde se hacen las marcas Halls, Beldent, chocolates Milka y los históricos Palitos de la Selva.
En ambos establecimientos se desempeñan en total más de 2.300 empleados, y el clima laboral no es el mejor. "Las suspensiones se concretarían a partir del primero de diciembre con el pago del 90 por ciento sobre el salario básico, sin incluir premios ni incentivos", se detalló desde la empresa, que ya había indicado que "la coyuntura económica que atraviesa el país afecta de manera directa a la industria de la alimentación".
"En el último período se viene registrando una caída en el consumo y desaceleración en nuestras ventas, con la consecuente acumulación de stock de productos y reducción de la producción", señalaron.
Ahora dio un paso más al tramitar formalmente el Preventivo de Crisis que le permitiría concretar las suspensiones, siempre y cuando el futuro presidente Alberto Fernández no intente una gestión de último momento.
Ese Proceso debe ser abierto antes de la comunicación de despidos o suspensiones que afecten a más del 15 por ciento de los trabajadores en empresas de menos de 400; a más del 10 por ciento en las de entre 400 y 1.000; y a más del 5 por ciento en las de más de 1.000.
La compañía advirtió que "el esquema de suspensiones propuesto es de sobrevivencia, a la espera de una reactivación económica que permita recomponer su situación sin tener que llegar a concretar despidos".
Fuente: NA