Al Matador se le viene el debut en la Sudamericana y, ya afuera de la Copa Argentina, debe volver a sumar de a tres en el torneo si quiere entrar en la liguilla. Después de casi un año de remontada, Alfaro se encuentra con un equipo que debe dar un salto de calidad si quiere volver a los primeros lugares del fútbol argentino.
Por: Nicolás Macías
El Tigre de Alfaro viene haciendo una buena temporada en el torneo largo de treinta equipos y le espera la primera fase de la sudamericana, sin embargo con el correr de los partidos le está faltando volumen de juego, y claridad de mitad de cancha hacia adelante. El primer punto a evaluar es el esquema que utiliza Lechuga, hoy en día parece haber un quiebre en el futbol argentino, mientras aún muchos continúan usando el esquema 4-4-2 con un doble cinco de contención y dos que juegan por la banda, otros plantean un equipo con tres puntas, o con un enganche, lo que por los jugadores que tiene el Matador podrían darle la posibilidad al entrenador de probar otro tipo de variantes ofensivas.
Tampoco se puede negar que el primer cuatrimestre del torneo, antes del parate de la Copa América, el equipo tenía más llegada al área rival, pero parece que la salida de Bertoglio y Larrondo le pesó mucho al Matador y los refuerzos todavía están adaptándose al planteo del Lechuga. El compañero del chino en ataque, Rincón es otro nueve de área con características similares a Luna, suma en potencia y presencia ofensiva pero a la hora de la precisión en el último pase parece haber una carencia importante y más aún si con dos nueves de área se sufre una falta de eficacia a la hora de llegar al gol. La otra opción es sacar uno de los delanteros de área y meter un delantero por afuera o un mediapunta que nutra al 9, o hasta la posibilidad de poner un enganche clásico como ha tenido Tigre en los últimos años.
Con respecto al medio campo, el doble cinco parece ser inamovible, pero por las puntas Sánchez y Orzan, parecen estar más preocupados por cubrir espacios en defensa que por romper en ataque para llegar al desborde y buscar a los dos tanque que tiene en ataque el Matador. Si a eso le sumamos la poca proyección de los laterales, en muchas oportunidades solo queda la alternativa de saltar líneas y que uno de los centrales mande una pelota dividida para que la pelee uno de los dos nueves. No hay duda que el Matador está haciendo una gran campaña, pero estos últimos partidos parece estar mermando su nivel y justo en la antesala del comienzo de la Copa Sudamericana, tal vez sea momento de probar una nueva variante en el torneo local y pulirla para la primera fase contra el Globo de Parque Patricios.
