La banda Karamelo Santo cerró el sábado el ciclo San Isidro Vivo en la Plaza de Martínez. Se manifestaron en contra de la política de salud mental de Mauricio Macri y reclamaron el cambio de nombre de la calle Aramburu en San Isidro.
Con una puesta en escena y un sonido propio de un gran festival, el ciclo San Isidro Vivo finalizó el año junto con los festejos por la Ciudad de Martínez. Una ordenada organización y una gran convocatoria fue lo destacado en este trascendente recital de rock, que vino a llenar un vacío que en años anteriores excluía opciones para jóvenes de los festejos oficiales de la ciudad.
Al llegar a la Plaza 9 de Julio el cantante Gody Corominas se mostró entusiasmado con la convocatoria: “Es muy lindo siempre poder tocar para la familia, no tenemos muchas chances de tocar para la familia porque siempre son clubes y horarios nocturnos muy extendidos, y la verdad que este tipo de propuestas nos hace muy bien, porque permite que la gente de la primera época de Karamelo, que ya formó su familia, puedan seguir viéndonos”
Cuando el reloj iba anunciando el final del sábado, el rastafario cantante de Karamelo Santo, Pedro “Piro” Rosafa, le pidió al público que colaboraran con una colecta para un festival a beneficio del Hospital Borda e hizo una fuerte crítica al Jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri, y resaltó: “lo que pasa en el Borda es muy bizarro”.
Antes de bajar del escenario, Rosafa se volvió al micrófono y dejó un claro mensaje para todos los sanisidrenses presentes: “Acá hay una calles que se llama Aramburu, nos gustaría que se llame Spinetta ó algo más bonito”.