| Por Matías Suárez |
Es la tendencia amarilla que se expande para el norte. Es como si fuera un protagonista fantasmal en la política de San Isidro. Durante el periodo electoral se presentó como una opción que todavía no es tan representativa, pero deja una sensación de estar preparándose.
Desde el verano 2013 la vinculación entre Gustavo Posse y Mauricio Macri se plasmó en afiches, carteles, y lonas sobre la ruta 2. Fue “vendido” como el candidato del macrismo pero a la hora de definir candidaturas nada de eso pasó.
Al mismo tiempo, hay una figura que hasta el momento se mantiene en el borde entre la Ciudad de Buenos Aires y San Isidro, pero está presente en cuanto acto o reunión política del distrito se lleve a cabo, el ex juez y ministro de seguridad porteño, Guillermo Montenegro, es la cara más visible del Pro local. Son conocidas sus aspiraciones de gobernar el distrito, pero su instalación en los sanisidrenses por el momento parece ser a cuenta gotas.
Un factor interesante es la aparente agenda común que comparte la Ciudad de Buenos Aires, Vicente López y San Isidro. Se hace evidente en algunas actividades donde la temática y la temporalidad es compartida: desde programas culturales y de salud, hasta el acuerdo para la creación de un metro bus por las principales avenidas de la zona norte costa.
Con un PRO imposibilitado de armar una fuerza electoral propia en la Provincia de Buenos Aires, varios de sus dirigentes acompañaron e integraron el Frente Renovador de Sergio Massa. El ejemplo más representativo es el de Jorge Macri en Vicente López, que por estás horas goza del triunfo de sus candidatos locales. En San Isidro sucedió lo mismo, caída su promocionada candidatura, Gustavo Posse también se introdujo en la lista del Frente Renovador.
Tras el pasado 27 de octubre donde el intendente de San Isidro le ofreció a Sergio Massa un gran caudal de votos, el futuro de dicho acuerdo se ve cruzado por la ruptura pública entre Mauricio Macri y Sergio Massa.
En el momento que los resultados oficiales mostraban una tendencia considerable, los discursos no se hicieron esperar, desde el colorido y siempre confortable bunker del PRO, en clara alusión a líder del Frente Renovador, el jefe de gobierno porteño dijo: “En estas elecciones hubo gente que participó de gabinetes nacionales. Ya tuvieron su oportunidad y en 2015 (en el PRO) no va a haber ningún integrante de gabinetes nacionales anteriores. Venimos a hacer un cambio en serio”. Minutos más tarde, desde Tigre, un exultante Sergio Massa le contestó: “Si yo tuviera mi cabeza en 2015, lo que tendría que pensar el ciudadano común es que no tengo nada en la cabeza”.
En el medio de estos tironeos verbales está Gustavo Posse, se para como hombre fuerte del Frente Renovador pero sin cortar los lazos con el PRO, ¿si la ruptura se concreta de que lado va a quedar? Quizás de ninguno los dos, y vuelva a sus fuentes radicales, inmerso en el nuevo gran acuerdo progresista del que ya se habla para las próximas elecciones.
De todas formas, hoy tiene bien ganado su perfil de candidato para 2015 en la Provincia, ¿pero por cuál color se decidirá cuando las internas de su propio partido local le reclamen la inevitable renovación?