Un policía evitó una tragedia en San Isidro y salvó a jóvenes que se ahogaban en el río

Fue en la localidad de Martínez, donde tres adolescentes se bañaban en la costa. Con ayuda de personas que se encontraban en el lugar, logró sacarlos del agua. A uno de ellos debió practicarle RCP porque estaba sin signos vitales.

Policia Rio San Isidro

Un policía de la provincia de Buenos Aires se vistió de héroe y salvó a tres adolescentes que se estaban ahogando en el río en la localidad de Martínez, partido de San Isidro. El agente se trata de Miguel Gauna, oficial de la Bonaerense, quien vio cuando los chicos eran arrastrados por la corriente y decidió rescatarlos.

Sin siquiera sacarse su uniforme, y luego de que un pequeño le pidiera ayuda para salvar a sus amigos, nadó hasta que los alcanzó y, con ayuda de otras personas que se encontraban en el lugar, logró sacarlos del río. A uno de ellos debió practicarle maniobras de RCP, ya que se encontraba sin signos vitales.

"Estaba en el río y vino un chico y me dijo: 'la corriente se está llevando a mis tres amigos, se están ahogando... Veo a uno que parecía muerto e intento preocuparme por los otros dos, que estaban como 500 metros adentro y gritaban", comenzó su relato Gauna, quien se encontraba junto a otra oficial en el marco del Operativo Sol en Pacheco y el río.

"El río estaba muy picado, resbalaba en el verdín. Empiezo a nadar y veo que el chico que parecía muerto en realidad estaba vivo. Me emociono al contarlo. La marea los unió a los tres. Nadé y nadé. No sé cómo hice, no sé de dónde saqué aire. Al que peor estaba le hice RCP y le hice vomitar un agua verde y empezó a abrir los ojos, mientras los otros me abrazaban", contó el agente de policía.

Gauna explicó que entonces "apareció uno con una barca que no sé de dónde salió, me lo mandó Dios. Ese agarró al que peor estaba. Después apareció otro muchacho, agarramos uno cada uno y les salvamos la vida".

De los adolescentes, que no superan los 18 años, uno quedó en observación, aunque sin mayores complicaciones, mientras que los otros dos apenas sufrieron calambres y raspaduras.