El radical Carlos Juncos, primer candidato a concejal por el Frente Progresista es un conocido militante del possismo, proveedor del municipio, y uno de las cartas con que juega el oficialismo para mantener su mayoría automática en el Concejo Deliberante.
Candidatos del Frente Progresista en campaña
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Es una vieja estrategia de los intendentes del conurbano, en la búsqueda de consolidar su control territorial, el “poner” candidatos propios en listas que se muestran a la sociedad como alternativas.
San Isidro no es excepción y es así que muchos de los concejales que hoy forman el bloque oficialista ingresaron al concejo en listas que enfrentaban al oficialismo local.
Y un caso interesante es el del Frente Progresista Cívico y Social, que tal cómo te contábamos hace unos meses (ver nota), hoy tiene 3 concejales, dos de los cuales han votado incondicionalmente junto al possismo.
Y esto vuelve a repetirse de cara a la elección de octubre donde la lista de este espacio “progresista” es encabezada por Carlos Juncos.
Juncos, de quien pude verse su publicidad en facebook las últimas semanas, es un conocido militante del possismo, dueño de una imprenta de la calle Juan B. Justo en Beccar, desde la cual es proveedor municipal. Amigo personal de Carlos Castellano, principal armador del possismo y primero en la línea sucesoria del intendente, con quien, según cuentan ex funcionarios, comparte el negocio gráfico. Juncos también es un referente de la facción de la barra del Club Atlético Tigre que responde a Gustavo Posse.
En la misma lista, se encuentra el actual concejal Ricardo Aragona (ex ARI) quien ha votado en coincidencia con el oficialismo en todas las sesiones del Concejo en los últimos años.
En las últimas elecciones de agosto, parte del aparato possista votó la lista de Juncos, con el fin de asegurar que este quedara en el primer lugar en la interna con el Socialismo y Libres del Sur. En cada una de las mesas, los empleados municipales que fiscalizaron “cuidaban” las boletas de Posse y de Juncos.
Es así que la lista del Frente Progresista Cívico y Social responde a la estrategia del possismo de conservar el control sobre el Concejo Deliberante, algo que desconoce la mayoría del votante progresista, que eligió una boleta como una alternativa progresista y no peronista en la última elección.