Como medida de prevención a la pandemia del coronavirus, el Municipio de Pilar tomó de decisión de regular el ingreso de pileteros, jardineros y fumigadores a urbanizaciones privadas como countries, barrios cerrados y clubes de campo, mediante un sistema de autorizaciones, en el contexto de la cuarentena, y no siendo consideradas como actividades esenciales por el decreto presidencial. Tras la definición, varias de las urbanizaciones emitieron los pedidos, pero desde la comuna señalaron que “no tenían un plan de prevención y salubridad adecuado”, motivo por el cual fueron rechazados.
El Municipio señaló que “entendió las situaciones de muchos trabajadores” y por este motivo tomó la decisión de que se permita su ingreso, pero destacó que eso debe tener un marco sanitario que permita la prevención no sólo del coronavirus, sino también de otras enfermedades como el dengue, el zika y la chicungunya.
En declaraciones radiales, el intendente Federico Achával explicó que las autorizaciones se dan en un marco de razonabilidad, luego de una solicitud de los barrios para para que ese servicio no sea interrumpido, argumentando que son necesarias para evitar la propagación de esas enfermedades. Además, aclaró que “no se va a autorizar a un jardinero por casa, sino que serán para lugares comunes, y bajo estrictas pautas de cuidado”.
“Las autorizaciones que nos llegaron desde la fecha de la firma del decreto hasta ahora fueron rechazadas por múltiples razones, las principales vinculadas a la salubridad”, expuso Achával, y definió además que “lejos de ser un sistema de autorización directa, la norma impone un estricto régimen bajo el cual se podrían aprobar una cantidad limitada de permisos necesarios para realizar tareas de corte de pasto, fumigación y mantenimiento de espejos de agua dentro de las urbanizaciones”.
En este sentido, señaló que “los pastos largos y las aguas estancadas aumentan el riesgo de contagio de dengue, zika y chicungunya, y esto suma otro factor de riesgo en un escenario sanitario complejo por el coronavirus”.
"Las administraciones y consorcios deben elaborar un plan de mantenimiento y solicitar el permiso. Es obligación de los barrios cerrados mantener pastos cortos, aguas limpias y espacios fumigados para la prevención. Pero mayor es nuestra convicción de hacer cumplir el decreto presidencial que establece criterios de circulación y trabajo acotadas a determinadas circunstancias”, aclaró el jefe comunal.
En ese sentido, Achával aseguró que serán "inflexibles en un requisito fundamental como lo es que todo trabajador cuente con los elementos de protección adecuados que lo cuiden del coronavirus, ya que de otro modo no podrá circular ni realizar ningún trabajo”.
“Solamente la regulación de la circulación por parte del Estado y una adecuada planificación pueden ayudar a solucionar este problema que se da en Pilar y otras localidades similares”, culminó.