Disertaron en San Isidro sobre la participación de la mujer en la política

La conferencia titulada “Mujeres y Participación Política. Avances legislativos a partir de la Ley de Cupo Femenino”, se realizó en el HCD de San Isidro y disertaron la concejal y candidata a intendente, Marcela Durrieu, Carmen Storani, María Rosa García Minuzzi y Lucía Martelotte.

El encuentro, con acceso libre y gratuito, tuvo lugar en el recinto de sesiones del legislativo sanisidrense (25 de Mayo 459) y contó con las disertaciones de Marcela Durrieu, concejal y candidata a intendente por el Frente Renovador en San Isidro, junto a Carmen Storani, María Rosa García Minuzzi y Lucía Martelotte, en la conferencia titulada “Mujeres y Participación Política. Avances legislativos a partir de la Ley de Cupo Femenino” organizada por el Concejo Deliberante de San Isidro, el Instituto Abierto para el Desarrollo y Estudio de Políticas Públicas (IADEPP) y el Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires Distrito XV.

La conferencia tuvo como objetivo reflexionar sobre el recorrido que muchas mujeres tuvieron que hacer para acortar la brecha entre la igualdad formal y la igualdad real. Hoy las mujeres en nuestro país son presidentas, legisladoras, juezas, pero esto no siempre fue así. Fue necesaria una herramienta institucional que resolviera el problema de la escasa representación de las mujeres en las listas de los partidos políticos: la Ley de Cupo Femenino.

Marcela Durrieu fue una de las primeras en hablar y expresó que “las mujeres hemos luchado mucho para lograr la igualdad en los derechos y aún hoy hay que seguir trabajando en este tema.  A lo largo del tiempo se ha logrado avanzar como también retroceder. Para que las mujeres pudieran ocupar un lugar en la política fue necesario, pero no suficiente, que se creara una herramienta institucional que resolviera el problema de la poca participación de las mujeres para establecer un piso de participación política, por eso surge la Ley de Cupo”.

El primer país del mundo en incorporar este sistema fue Argentina mediante la sanción de la ley 24.012 en el año 1991, cuyo contenido establece que las listas de partidos políticos para cargos electivos nacionales deben tener como mínimo un 30% de candidatas mujeres.

“Nos ilusionamos en vano cuando una mujer logró acceder a la presidencia. Con la máxima representación institucional, esperábamos un avance en las políticas de género que nunca ocurrió. Se dictaron algunas leyes, pero en términos de igualdad real estamos peor que hace 10 años”, afirmó Durrieu.

Respecto del Frente Renovador, Durrieu fue categórica: “Vamos por la ley de paridad, ya tenemos un proyecto de ley presentado en el senado bonaerense. Vamos a tener todas las políticas de género en el tope de la agenda de gobierno”.

Por su parte, Carmen Storani, es abogada especializada en derecho de Familia, fue presidenta del Consejo Nacional de la Mujer y directora general de la Dirección Mujer de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, explicó: “En el año 1989 la participación política de las mujeres en las cámaras era mínima. La Ley de cupo 24.012 sancionada en Argentina es la única ley en el mundo que modifica una ley electoral. Si uno lee el texto de la Ley supone que no tendría dificultades para implementarla, pero la cuestión era la ubicación en las listas o si alguien fallecía o renunciaba quién lo reemplazaría".

"El decreto reglamentario 1426 del año 2000, que lo iniciamos desde el Consejo Nacional de la Mujer, fue el que posibilitó que las mujeres se incorporaran al Senado de la Nación. Hasta ese momento no se interpretaba debidamente que los cargos de representantes nacionales también correspondía al Senado", aclaró Storani.

En tanto que agregó que "El cupo es necesario, porque previo a la existencia de la cuota había no solamente muy pocos porcentajes de representación política en las cámaras, sino que existía toda una situación en donde las mujeres no accedían a determinados lugares de conducción, y la posibilidad además de acceder a bancas legislativas significaba legislar sobre cuestiones muy específicas que hacen al mejoramiento de las condiciones de discriminación que sufren las mujeres".

Lucía Martelotte, socióloga, doctorada en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de San Martín, coordina el área de política en el equipo latinoamericano de justicia y género ELA, amplió la perspectiva con datos actuales de participación de la mujer a los 25 años de la sanción de la ley: “A nivel mundial Argentina tiene una representación en la Cámara de Diputados entre las más altas del mundo, por encima de la media mundial y regional en torno al 25%. En este año 18 países de América Latina cuentan con ley de cupo femenino, otros países han ido más allá y lograron instaurar la paridad".

"Ha habido algunos avances en los últimos años, vemos que las mujeres no sólo están en el Congreso sino también son presidentas de Comisión, y partir de 2013 tenemos una presidenta de un bloque mayoritario del FPV. También es interesante plantear el debate más allá del cupo hacia la paridad, se ha convertido en un techo para la participación política y nunca pasa a nivel nacional más del 40%. Según el Índice de Participación de las Mujeres (IPM), de cada 10 puestos de máxima decisión, cuatro están ocupados por mujeres", advirtió la socióloga Martelotte.

Para concluir, María Rosa García Minuzzi, abogada y presidenta de la Organización Civil Propuesta Mujer, expresó: “La mirada de la mujer es muy importante en las políticas de gestión, su representación y acceso a los cargos de gestión, con esa visión surgió Propuesta Mujer. Nos referimos a una mirada diferenciadora, no contradictoria sino complementaria a la del hombre. Queremos propiciar políticas de gestión integrativas, porque consideramos que hay una sociedad que pueda desarrollarse adecuadamente sin la intervención de la mujer".

"La no paridad es un problema que tiene un carácter social y cultural, y la única manera de resolverlo es atacando esos moldes culturales, un cultura esencialmente machista. La concepción que ésta cultura le da al hombre es que si una mujer avanza el hombre está retrocediendo, un mito totalmente erróneo. Cuando una mujer avanza no retrocede ningún hombre, solamente está haciendo usos de sus derechos que tienen que ver con la igualdad", remató.