A cuatro fechas del final, Tigre juega dos campeonatos. Por un lado define si logra el objetivo principal del año, clasificar a la Liguilla Pre-Libertadores. Pero también, involuntariamente, se convirtió en el rival a vencer para los de arriba que aspiran por el título.
Por: Darío Guadalupe
El torneo de treinta equipos, que hace un año parecía una locura, ya está llegando a su fin. Y tiene en el club de Victoria a uno de las sorpresas ya que se encuentra peleando en la parte superior de la tabla. Los 42 puntos de Tigre en que lo ubican en el noveno puesto de la tabla le permiten soñar con lograr el pasaje a la Liguilla Pre-Libertadores (clasifican los ubicados del tercero al sexto). Pero luego del agónico empate frente a San Lorenzo en la fecha pasada, se abrió otro frente para el Matador: ser el posible juez del campeonato que determine quién sea el campeón.
El gol de Rincón frente al Ciclón benefició a Boca y lo dejó en las puertas del título. Pero no hay que olvidar que en la anteúltima fecha, el Xeneize recibe a Tigre en la Bombonera. ¿Sufrirá lo mismo que San Lorenzo? Y por si fuera poco, Tigre recibe en la última a Racing que, si se dan algunos resultados, tendría chances de defender el título.
De todas formas, lo importante para el conjunto de Alfaro no es arruinarle la fiesta a nadie, sino sumar puntos para la Liguilla. Y se le vienen partidos importantes. Visita a Argentinos el sábado a las 17:10 y recibe, en un partido clave, a Banfield, rival directo en la clasificación. ¿Podrá Tigre salir airoso de todo?
