Luego de la aparición de afiches apócrifos el pasado miércoles en las inmediaciones del Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) N°52, Roberto Rossemblum, director de la institución, dialogó con QuéPasa sobre el reclamo para poder tener un edificio único de cursada, carente de solución hace 10 años.
[quote_left]El único avance que tuvimos desde que empezó el reclamo hasta ahora, fue que nos sacaron la biblioteca[/quote_left]El Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) N°52 se vio envuelto indirectamente en la pegatina de afiches apócrifos en la zona de su Sede Central que comparte con la Escuela Primaria N°1 y la Escuela Secundaria Básica N°2, ubicada en Rivadavia 349, a metros del centro comercial de San Isidro. Según una acusación La Cámpora, los afiches habrían sido colocados por orden del actual intendente del distrito, Gustavo Posse. En ese sentido, Roberto Rossemblum, director del Instituto, dio su punto de vista sobre lo ocurrido: “Nosotros no tenemos nada que ver con La Cámpora ni con Posse, como así tampoco con otros partidos políticos. Personalmente, no me importa si vienen Scioli, Macri, Massa, Vidal o quien sea, mientras traigan soluciones reales al problema que tenemos. Porque se quejan de que nos movilizamos, de que marchamos, pero nadie resolvió nada.”
Actualmente, además de la Sede en la calle Rivadavia, el Instituto funciona dividido en tres sedes más: Una en Boulogne, otra en la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°3, en 25 de Mayo 714, y la última en la Escuela de Educación Media N°13, en Martín y Omar 234. “Es el único instituto del país que funciona en cuatro sedes reales, porque en el distrito es muy difícil conseguir un terreno del Estado para funcionar”, afirmó Rossemblum. A estas cuatro sedes asisten los 1500 alumnos que estudian las 7 carreras de formación que brinda el Instituto (4 de grado y 3 de postítulo). En 2004, contaba con 450 alumnos, y el crecimiento de la matrícula es una de las razones que agrava la situación actual del establecimiento, aunque el reclamo tenga 10 años de antigüedad.
En relación al conflicto, el ISFD N°2 depende de la provincia de Buenos Aires, por lo que el reclamo se extiende a sus autoridades. “A partir del 2013, este problema se planteó como prioridad institucional, y la comunidad educativa comenzó a moverse de una manera mucho más fuerte. El primer lugar al que se reclamó fue la mesa de la Unión de Gestión Distrital (UGD), al que anteriormente se habían enviado cartas desde el 2005”, destacó el actual director.
“El único avance que tuvimos desde que empezó el reclamo hasta ahora, fue que nos sacaron la biblioteca”, ironizó Rosemblum, y agregó que era lo único propio que tenía el Instituto, pero como el Concejo Escolar necesitaba ampliarse, entonces “corrieron el alambrado, porque son edificios lindantes y está dentro de la normativa”.
A principios de 2014, se le planteó al distrito la opción de pasarse a la Escuela de Educación Media N°8 (Ex Nacional de San Isidro), que por la noche se mantiene cerrada y tiene más de 25 aulas. Ante la negativa de las autoridades del establecimiento y del Consejo escolar, y luego de reiteradas movilizaciones para visibilizar este pedido, intervinieron la Dirección de Educación Superior y la Dirección de Propiedades de la provincia de Buenos Aires.
“En mayo del año pasado nos citaron en La Plata para firmar un acta en la que se comprometieron a cedernos un terreno estatal para construir. Al mes nos enviaron un listado de cinco terrenos posibles y por votación se eligió uno que estaba en Edison y Av. Fleming, en Martínez”, relató Rosemblum, y continuó: “En julio nos pusieron en prioridad nacional para la construcción del instituto en el Ministerio de Planificación, pero pasó un año y después de ese avance nos enteramos que la provincia se había ‘equivocado’, porque el terreno era de un privado y medía 8 metros por 26 metros.”
A partir de esto, el reclamo del ISFD N°52 tomó fuerza nuevamente, y desde la asamblea de la institución plantearon seis propuestas para la obtención del edificio único, aunque parecen no ser muy viables hasta el momento. “La menos compleja es la construcción de ocho aulas y una biblioteca en la Escuela N°1, que es municipal, y que se encuentra en el casco histórico, por lo que requiere una autorización especial para poder construir, pero esto no solucionaría definitivamente el conflicto”, señaló Rosemblum. También se extenderá un pedido a la Universidad de Buenos Aires (UBA) para evaluar la posibilidad de que ceda un pabellón en desuso del Ciclo Básico Común (CBC) de Martínez, y se averiguará sobre la gestión del edificio de Edenor, ubicado sobre la calle Ituzaingo, que se encuentra abandonado hace 8 años.
El día miércoles se realizó una movilización para dar nueva visibilidad al conflicto, acompañada de una clase pública y abierta, y se recorrió el centro de San Isidro.