Leonardo Rebolino, subsecretario de Desarrollo Territorial de San Martín, se expresó sobre los problemas en los barrios populares durante el coronavirus donde vive casi la mitad de la población de San Martín y con el coronavirus los problemas preexistentes, como la violencia de género o la situación de los comedores. "ahora están más agravados". Además habló de la crisis habitacional en el distrito.
"La situación en San Martín y en general es mala desde el punto de vista de que los problemas que ya existían y que después de cuatro años de macrismo se habían agravado y estaban en una situación límite, ahora en este contexto están aún más agravados" señaló Rebolino en diálogo con el programa de QUE PASA por FM Fénix, y puntualizó sobre la violencia de género, el funcionamiento de los comedores que "si antes les daban de comer a 100 personas ahora le dan a 200, en general en los merenderos se han duplicado o más las situaciones", y el acceso a la vivienda. "Son cuestiones que ya existían y que son generales", manifestó.
"estamos en el momento previo a que la situación del contagio y la circulación comunitaria"
En este sentido, dijo además que en los barrios populares de San Martín "estamos en el momento previo a que la situación del contagio y la circulación comunitaria esté a punto de desarrollarse" y por este motivo, señaló que "hay que poder tener la mayor sincronización posible entre la comunidad organizada, el Estado, y los vecinos en general, para poder cercar el problema, que no se agrande" y "hacer de San Martín un lugar que esté controlado".
"La mitad de la población de San Martín vive en los barrios populares", aseguró Rebolino, y explicó que "después de la Avenida Márquez hay aproximadamente unas 200 mil personas" y que a eso se suman "los lugares que no son de la Márquez para allá, que son asentamientos de este lado". San Martín, dijo, tiene cerca de 500 mil habitantes y el 50% vive en situación de vulnerabilidad.
"Nosotros creemos que el barrio salva al barrio de alguna manera, porque hay un tejido social que San Martín por suerte ha tenido desde hace un tiempo", indicó sobre el trabajo conjunto entre el Estado y los movimientos sociales, y a su vez destacó el rol de "la comunidad, los vecinos, los comedores barriales, y la iglesia: me parece que la clave es la articulación". "Si entramos en una dinámica de querer tener la razón, de querer resolver todo solo, solo el Estado no lo va a resolver, eso es una certeza que tengo. Sólo el estado no va a alcanzar porque no alcanzó estos años para resolver un montón de problemáticas de situaciones menos dramáticas que esta, ahora tampoco va a alcanzar si no se apela a esa comunidad", analizó.
"Nosotros creemos que el barrio salva al barrio"
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En cuanto a la situación económica en los barrios, Rebolino definió: "Es complejo porque las demandas han crecido, porque los movimientos sociales tienen una amplia capilaridad en el territorio, por lo cual llueven demandas. En la implementación del IFE lo dijo Alberto y nosotros también lo decimos: nos dimos cuenta que había que darle subsidio a 10 o 12 millones de argentinos, que el mundo salarial industrial en Argentina se reduce a 6 millones de personas y que la gran mayoría está en una economía informal y que no está ordenada. El Estado está también descubriendo eso desde algún punto de vista. Nosotros venimos diciendo hace mucho que esta realidad ya está y vino para quedarse, hay 10 millones de argentinos que no trabajan haciendo ropa o haciendo autos, trabajan de otra cosa. Entonces me parece que la cuestión del mundo laboral y el trabajo varió y está variando, y que hoy el Estado tiene que comprender esa situación."
"A veces en las relaciones se ven estas instancias de potenciar el trabajo, de apoyar a las organizaciones, y está costando la articulación. Si bien tenemos una articulación permanente y las organizaciones son parte del Consejo de la Economía Popular, un instrumento que armamos entre las organizaciones sociales y el Municipio para dar forma a discusiones que nos parecen centrales. Así que ese Consejo se viene reuniendo y ahí vamos friccionando, no todo es color de rosa porque entendemos desde los movimientos sociales que hoy hay que poner un poco más de ideas y de esfuerzo económico en todo sentido en esos sectores y en esas organizaciones también", dijo Rebolino.
La crisis habitacional y la toma de tierras en San Martín
Rebolino, también realizó un análisis sobre la situación de crisis habitacional que se traduce en frecuentes intentos de tomas de tierra en José León Suarez que "hay sectores en San Martín que especulan con la tierra" y que "juegan a ser dueños de un sector del final, muchas veces las tierras que están linderas con el Buen Ayre, en donde hay mucha falta de Estado, hay como cierta anarquía o si se quiere reglas del juego que no están marcadas sólo por el Estado sino también por algunos delitos que pueden organizar ahí: uno de ellos es la venta ilegal de tierra."
En ese sentido, relató los diferentes hechos de tomas, como así también de desalojos o intentos de desalojos ocurridos en la zona. "Ya habíamos tenido el conflicto en el barrio Costa Esperanza y hoy está otra vez, de otra forma, en Curita con el contexto de la pandemia. El problema es que hay personas que están vinculadas para la venta ilegal de terrenos. El Municipio está ahí para enfrentarlos, para que no avancen y el terreno es lo que está en disputa."
"hay personas que están vinculadas para la venta ilegal de terrenos"
En cuanto a los terrenos en los que ocurren mayormente estas situaciones en el distrito y la posibilidad de ejecutar un plan de viviendas, explicó que "hoy por hoy no es un lugar donde se pueda construir" pero "en San Martín hay muchos barrios, barrios enteros construidos sobre escenarios peores a ese"
"Hay gente con necesidades reales, que accede ahí o se presta a un juego que no le conviene porque no tiene cómo resolver el tema de la vivienda y ahí el Estado no tiene que venir con el palo de abollar, de golpear, sino que tiene que ser más inteligente en concentrar la fuerza en atacar a la cadena principal de la mafia y no al último eslabón. Si uno quiere detener ese problema la solución no es ir a reprimir a los que necesitan la vivienda. Hay que combatir al principal constructor de ese escenario y después ser inteligente y ver quién realmente tiene el problema y el Estado municipal, provincial y nacional tienen herramientas para dar una mano", cuestionó.
Por último, dijo que "si alguien se quedó sin pagar un alquiler, una cuestión que está pasando, no hay arreglo, no hay inmobiliaria de por medio, es mano a mano y eso está pasando mucho, con el grado de hacinamiento y la posibilidad o la idea de poder hacerse un terreno para el futuro."
"Todo eso en la pandemia se está conjugando con un sector: está la demanda y la oferta la tienen algunos sectores que no son legales, entonces el Estado tiene que ser inteligente, tomar las riendas, planificar la vivienda popular, planificar una política de hábitat que contemple estas situaciones, quitar del medio a los que especulan con eso y hacen negocio, y rescatar a la población que realmente tiene una necesidad, es complejo", culminó.
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