Entre la planta continental de San Fernando y el pueblo Nueva Esperanza del río Carabelas, en el límite de la 2da sección del delta del Paraná, se interponen dos horas de viaje por ruta a través de tres ciudades y tres cruces en balsas transbordadoras. Es uno de los territorios sanfernandinos más alejados y el único acceso a las Islas que puede hacerse en automóvil para llegar al Centro Municipal de Capacitación a cargo de Sabrina Mazzarón y Sandra Arzamendia, mujeres de una destacada dedicación por la comunidad isleña y la preservación del medio ambiente.
La Subsecretaria de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Eva Andreotti, valoró el trabajo de las dos mujeres y detallo sus tareas: “Conocimos a dos grandes mujeres encargadas de todo el dispositivo municipal, el corte de pasto, el mantenimiento, tareas administrativas, la organización de los talleres y que la Escuela N°26 pueda tener agua potable”, comentó la funcionaria.
“Agradecemos y revalorizamos su trabajo, queremos hacerlo cercano a todos los vecinos y que conozcan lo que hace el Municipio en el delta”, agregó Andreotti. Su visita al pueblo se produjo en el marco del plan integral EcoSanfer que busca potenciar acciones a favor de la sustentabilidad y la ecología.
Sabrina Mazzarón tiene 30 años y se siente orgullosa de su responsabilidad: “Es genial tener un trabajo constante en el delta y un honor que esta dependencia salga adelante en manos de dos mujeres. La isla es todo para cuidar, aprender a reciclar los residuos, cuidar los ríos y el ciervo de los pantanos, y evitar los incendios forestales. Nosotras desde este lugar hacemos un esfuerzo enorme”.
“Con mi compañera nos complementamos muy bien para que la dependencia se vea en las mejores condiciones. También puedo realizar tareas administrativas como guías municipales y del SENASA para el traslado de hacienda de productores ganaderos, y tareas de acción social como repartir mercadería en esta etapa de pandemia”, completó Sabrina.
En el pueblo conviven varias familias que realizan actividades productivas y dependen del agua potable, tarea en la cual se desempeña Sandra Arzamendia. Ella filtra y descontamina el agua en el Centro de Capacitación.
“Estoy acostumbrada a hacer muchas cosas y aprendo enseguida, hasta manejar un tractor; me encargo de cortar el pasto, potabilizo el agua y de arreglar lo que se necesite. Les pedimos a los vecinos que nos ayuden a cuidar las islas”, expresó Sandra.
Por último, Eva Andreotti agradeció el trabajo de las dos mujeres y destacó: “Agradezco el gran trabajo que realizan Sabrina y Sandra en la dependencia municipal, y sobre todo en esta época de pandemia que nos toca pasar a todos, son la conexión de los vecinos, ellas hacen la integración, nos informan todo lo que va pasando y cómo podemos asistir a los isleños”.
“También hablamos con productores de la reserva, que hacen dulces caseros, conservas, escabeches; y fuimos a la casa de una vecina que nos abrió sus puertas y pudimos ver su producción y cómo viven. Estamos muy agradecidos con todos los que nos abrieron las puertas de sus hogares, nos dieron sus testimonios para que los vecinos de San Fernando puedan conocer más de las islas”, concluyó.