Esta vez es el turno de Rebeca Mendoza quien desde muy chica decidió estar ligada a las artes plásticas. Sus pasos: formación académica, aportes de grandes maestros a su mirada como artista, su estadía por 6 años en Nueva York, exposiciones en argentina y el exterior. Su taller: una parada obligada en esta edición de Puertas Abiertas.
¿Que representa para vos como artista este movimiento cultural de Puertas Abiertas?
Rebeca Mendoza: - Esta propuesta nos acerca humanamente, acorta la brecha entre el mundo de los artistas muchas veces solitarios y el público desconectado del arte por su realidad cotidiana.
Es un puente que permite un encuentro donde se genera una química que alimenta directamente el alma. El arte es una actividad que nace de un impulso genuino y se genera basado en una vocación que trasciende lo económico, convirtiéndolo en una verdadera vocación, sin condicionamientos, justificado en un valor personal donde la libertad es una condición fundamental. Poder compartir desde ahí, es un placer inmenso.
¿Qué significación le das a abrir las puertas de tu taller al público?
RM: -Poder mostrar la obra en el lugar donde se gesta también es un privilegio. En el taller uno esta como pez en el agua, es “el lugar”, no es cualquier lugar, es justamente el lugar donde uno “es” sin prejuicios, donde como artista uno tiene libertad, y es estimulante poder compartir desde y en ese ámbito. Genera una intimidad que no se da en una galería, ni en una sala de exposiciones o museos. Es muy gratificante como artista ver como la gente tiene curiosidad de los procesos, de los materiales, de la historia personal que nos llevo a generar la obra.
Por otro lado, como espectadora, creo que es una experiencia única, al menos las veces que he entrado a talleres de artistas que me interesaban, me sentí halagada de poder compartir y ser parte de esa intimidad. Me encanta que la gente pueda entrar en lo íntimo de uno, y compartir desde ahí.
¿Qué vamos a ver, qué propuesta brindas en el taller?
RM: -El espacio lleva mi nombre, y es el número 42 en el recorrido (Jacinto Díaz 1261), no solo tiene mi taller personal donde genero mi obra sino que es un lugar donde he juntado almas afines que desarrollan lo propio. El lugar era un pequeño colegio y en sus 5 aulas conviven y trabajan 11 artistas que también abren sus puertas. Es un placer poder recibir a la gente y que tomen contacto con nuestras obras y así generar un intercambio nutritivo y estimulante para todos. El taller brinda también un espacio común donde almas ávidas de transitar experiencias desde lo creativo, pueden encausar su energía en grupos de trabajos.
Compartir con el público en el dar y recibir como instancia generadora es algo maravilloso.
Rebeca Mendoza: "Poder mostrar la obra en el lugar donde se gesta es un privilegio"
Podes conocer mas sobre ella en www.rebeca-mendoza.com.ar.