El primer aniversario del desalojo que sentenció la tala de los árboles en el Bosque Alegre, parece haber avivado la discusión sobre el espacio público en la costa sanisidrense. Durante el festival organizado por la Asamblea BosqueAlegre frente a la Municipalidad de San Isidro, diferentes sectores políticos del distrito manifestaron la necesidad de profundizar un tema que, junto a las agresiones a los vecinos, el possismo nunca quiso debatir.
El precandidato a concejal y secretario del bloque por Convocación por San Isidro, Manuel Abella, recordó que no sólo se cumple un año de la tala del bosque sino que también “de un estado de sitio en el bajo de San Isidro, donde hubo agresión a los vecinos, un proceder del estado municipal que va contra el estado de derecho, y por eso nos parecía importante estar acompañando a la asamblea, mostrando sus propuestas y sus pedidos para tener una costa pública y que sea accesible para todos”.
Abella reconoció que la situación “no tiene vuelta a atrás porque el bosque ya fue talado”; pero destacó que “hay que hacer hincapié en mantener y garantizar que lo que quede sea efectivamente un espacio público”
Concejales Cafiero y Hilding Olson |
Santiago Cafiero, concejal del bloque FPV-PJ, no considera a la tala del Bosque Alegre como una derrota definitiva y apuesta a ampliar la discusión sobre el espacio público: “la pelea o la lucha que está perdida es la que nos se da, acá se sigue planteando una visión de hacia donde tiene que ir la costa. Bosque Alegre ya no es más esa porción chica de hectáreas que daban al Río de la Plata, sino tiene que ver con una concepción de hacia donde tiene que ir la discusión del espacio público en San Isidro.”
Por su parte, el director ejecutivo de Convocación por San Isidro y precandidato a concejal, Felipe Viramonte, se definió no sólo como adherente a la causa Bosque Alegre sino como perjudicado directo por el accionar represivo del municipio: “Fui uno de los que metieron preso ilegalmente, así que estamos muy comprometidos con la causa, y en contra de las acciones ilegales que genera este municipio para actuar contra esto. Estamos seguro que están escondiendo algo, claramente el possismo se parece al kirchnerismo, por eso no reaccionan de ninguna manera más que con agresiones, duermen la causa legal, tapan los amparos”
Concejales Girassolli y Martín |
El otro hombre fuerte del bloque FPV-PJ, Leandro Martín, remarcó que su aporte fundamental fue en el Concejo Deliberante con “el voto negativo al privilegio que se le quiere dar a un club de elite de San Isidro por sobre los intereses de todos los vecinos”. Y planteó que el tema no está cerrado porque todavía “hay una discusión pendiente que es la del espacio público en San Isidro a través de toda la costa ribereña, que es una discusión que el possismo dilata”.
“Es una discusión que sin duda hay que dar porque realmente es un espacio privilegia donde el vecino de San Isidro puede tener la posibilidad de recrearse, de hacer deporte, de compartir en familia. Hoy realmente el acceso al espacio público está prácticamente vedado para el vecino de San Isidro.”
Leandro Martín valoró la manifestación organizada por la Asamblea Bosque porque “son vecinos que están reclamando por derechos adquiridos que tenían y que les fueron arrebatados por un capricho municipal de querer seguir beneficiando a clubes que lucran y le dan acceso a un grupo selecto de poder recrearse por sobre los intereses del resto”.
San Juan, abogado de la Asamblea Bosque Alegre |
César San Juan, es uno de los abogados de la Asamblea Bosque Alegre, y explicó que jurídicamente el tema del medio ambiente “tiene que tener una gestión participativa, la gestión ambiental tiene que tener participación social”.En el caso puntual del Bosque Alegre, San Juan fue contundente: “fue la detonación de un conflicto latente en la costa, allí existe una situación muy clara y muy concreta que por una política municipal los espacio públicos costeros se han entregado y se siguen entregando a sectores privilegiados de la sociedad”.
“Eso como concepto de política pública en si mismo es cuestionable, porque es un foco de inequidad social, y en la medida que existe conciencia, es un foco de conflictividad. Nosotros somos parte de esa conciencia crítica, nos parece que es importante poner en discusión lo que ocurre en la costa.”
“La tala del Bosque Alegre no es solamente las diferencias de opinión sobre una medida política, sino que fue una violación grosera de la ley en perjuicio de un derecho colectivo”, concluye el abogado e integrante de la Asamblea Bosque Alegre.