Las cámaras de seguridad del Municipio de San Isidro ayudaron a capturar a una banda que realizaba “secuestros virtuales”, integrada por siete personas que operaban desde el Barrio Eugenio Blanco de Las Lomas de San Isidro.
Uno de los hechos ocurrió en la madrugada del martes 1° de diciembre cuando el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, recibió un llamado extorsivo a su domicilio particular en el que se le decía que uno de sus hijos había sido secuestrado.
Inmediatamente, mientras en paralelo cercioraba que sus hijos estaban bien, Posse dio aviso al Centro Municipal de Monitoreo, y realizó la denuncia pertinente en la fiscalía del distrito.
El fiscal de turno a cargo, Dr. Gastón Carbus, solicitó las imágenes de las cámaras instaladas en la vía pública de San Isidro, donde se pudo registrar un hombre en moto, de actitud sospechosa, “merodeando y a la espera de algo” cerca del domicilio del intendente.
El fiscal pidió el seguimiento de esta persona, a través de las cámaras de monitoreo, y se pudo determinar que, tras considerar fallida la extorsión al intendente, se dirigió a un domicilio en Las Lomas de San Isidro.
Luego Carbus pidió la apertura de antenas telefónicas y pudo corroborar efectivamente, cotejando el horario del llamado, que el mismo provenía del domicilio al que el sospechoso se había dirigido.
Con toda esta información, Carbus libró una orden de allanamiento que se realizó el miércoles 2 de diciembre. En ese acto, además de detener a las sietes personas involucradas en la banda delictiva, también se encontró marihuana y cocaína.
Desde la Secretaría de Prevención Ciudadana explicaron el modus operandi de los secuestros virtuales: "Los delincuentes operan llamando por la madrugada a casas. Al levantar el teléfono, se escuchan gritos desesperados de un supuesto familiar al que tienen secuestrado, o el viejo truco del accidente de tránsito para hacer caer a la víctima en el engaño."
“Es fundamental tener la lucidez para no brindar ninguna información. Apenas escuchan que le dicen que llaman por un supuesto secuestro, o también por un accidente desde tal o cual comisaría u hospital, corten. Ni la policía ni los médicos hacen esos llamados en la vida real”, sostuvo Federico Suñer, secretario de Prevención Ciudadana.
Y culminó: “No permitan que lleguen al momento de la amenaza. El que llama es muy hábil para sacar ciertos datos como nombres y costumbres para lograr el engaño. Por eso se debe cortar la comunicación y llamar inmediatamente al 911 o al 4512-3333”.