El saludo que en la noche del 9 de diciembre Mauricio Macri dio desde el balcón de su departamento en Avenida del Libertador y Cavia quedará como la última imagen pública del presidente en su domicilio personal. Tras su asunción al frente del Poder Ejecutivo, Macri vivirá junto a su familia en la residencia presidencial de Olivos, la propiedad ubicada en el Norte de la Provincia de Buenos Aires que fue utilizada primero como casa de verano y fue Arturo Frondizi el primer presidente constitucional en habitarla con su familia en forma permanente.
El 30 de septiembre de 1918, el presidente Hipólito Yrigoyen acepta con un decreto el legado de los predios de la antigua Cabaña Azcuénaga para que sirviera de residencia de verano para el presidente de la Nación. La casona de estilo colonial construida en 1850 por Prilidiano Pueyrredón sufrió diversas reformas, generalmente a gusto de las sucesivas primeras damas, pero fue durante la presidencia de Carlos Menem cuando se realizaron las mayores transformaciones para sumar lujo y confort.
A lo largo de sus dos períodos de gobierno, Menem gastó cerca de 10 millones de dólares en obras de refacción de la residencia presidencial y anexos, y en la construcción de un diverso equipamiento deportivo que incluye una cancha de golf de 9 hoyos, canchas de fútbol, tenis y paddle, un gimnasio, polígono de tiro, ring de boxeo y caballerizas. Además, el ex presidente remodeló la piscina de natación (que ahora tiene 14 metros de ancho por 32 de largo). Su sucesor, Fernando de la Rúa cambió algunos arreglos buscando recuperar sobriedad.
Luego, Néstor Kirchner continuó con el bajo perfil y hasta dudó en dejar su departamento de Uruguay y Juncal para mudarse a Olivos. En marzo de 2004, el matrimonio Kirchner inició una serie de trabajos de mantenimiento del chalet que incluyeron remodelación de techos y pintura de paredes, arreglos en los vestuarios y reposición de árboles, arbustos y flores en el jardín de 35 hectáreas. También remodelaron la casa de huéspedes, una vivienda de 150 metros cuadrados que utilizaba Fernando de la Rúa para aislarse del chalet.
A diferencia del período menemista, donde los detalles de las obras y su presupuesto nutrían las noticias, el costo de las obras de los últimos años se cuidaron con mayor secreto. Ahora Mauricio Macri ya anunció que residirá en la residencia con su familia. Será el presidente número 29 en vivir allí. Por las vueltas de la vida, fue su cuñado, Alberto Artemio Rossi (esposo de Zoraida Awada) el arquitecto que ideó la mansión del ex presidente en Anillaco y llevó adelante gran parte de las reformas que encaró Menem.
