Murió un niño de 11 años en un incendio en Benavídez

El fuego se desató por un cortocircuito y destruyó toda la vivienda. Pablo Laccana murió por asfixia. Sus hermanos, su madre y su padrastro lograron sobrevivir. El barrio organizó una colecta solidaria para ayudarlos.

Los festejos de fin de año se vieron enlutados en la localidad de Benavídez, partido de Tigre. Durante la madrugada del primer día de 2016, una casilla ardió en la calle Fernando Fader al 1100. El fuego se habría desencadenado por un cortocircuito y, pese al trabajo de los bomberos, provocó la muerte de Pablo Ezequiel Laccana, de sólo 11 años. La vivienda estaba en una zona humilde, rodeada de barrios privados. A partir del trágico hecho, vecinos organizaron una importante colecta solidaria para ayudar a la familia, que perdió todo.

"Cuando empezó el fuego todos dormíamos. Tratamos de sacarlo, pero no pudimos. Yo lo encontré al nene, todo quemado. El hermano mayor no lo había podido sacar. Estaba durmiendo a sus pies", contó a este El Argentino Alberto "Pipa" Laccana, abuelo del nene, quien vive en una casa lindera. Además de la víctima fatal, en la casilla incendiada esa noche estaban la madre y el padrastro del pequeño, así como dos hermanos, de 15 y 17 años. Según informó Laccana, la autopsia determinó que el nene murió por asfixia.

"Pablito", como le decían en el barrio, era muy querido en la zona. Jugaba al fútbol en el club Unión Benavídez -categoría 2004-, donde toda la comunidad quedó muy dolida tras recibir la noticia. "Era muy bueno jugando a la pelota, y a veces entrenaba también boxeo. No era un nene de estar en la calle", describió su abuelo. La sede del club (calle Roca, esquina Echeverría) es uno de los puntos para reunir calzado, ropa, alimentos, muebles y cualquier tipo de mercadería para ayudar a una familia que se quedó sin nada.

Fuente: El Argentino