Gloria Mejía se sentó con su carpeta para comenzar lo que parecía ser una típica reunión de trabajo. Sin embargo, en minutos, fue dominada por la emoción al darse cuenta de que todo era una simulación y que la protagonista del encuentro era ella.
En medio de aplausos y sonrisas, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, reconoció a la trabajadora social del Centro “Una Mirada Distinta” y miembro de la Junta Evaluadora de Discapacidad, por 50 años de servicio en el Municipio.
“Realmente me sorprendieron muchísimo. Pensé que era una reunión balance del trabajo realizado todo el año y de repente esto. No tengo más que palabras de agradecimiento”, contó Mejía, mientras miraba su nombre en la placa de reconocimiento.
Y detalló: “Son muchos años pero siempre con las mismas ganas. De hecho, yo me jubilé pero pedí si podía seguir trabajando ad honorem”.
Gloria comenzó a trabajar en el Municipio de San Isidro en 1971. Durante sus años de servicio pasó por distintas áreas, llegando a trabajar 15 años en el Hospital Central. Desde el 2007 que forma parte de la Secretaría de Integración Comunitaria, área que según ella le cambió la vida.
“Fue un espacio totalmente distinto donde pude aprender, hacer y crecer. Eso no tiene precio para un profesional que ama lo que hace y que ve que los proyectos se van cumpliendo. Yo soy una agradecida y siento que le estoy devolviendo al municipio lo que me dio durante tantos años”, aseguró Mejía resistiendo a la emoción.
A su lado, el secretario de Integración Comunitaria, Arturo Flier, comentó: “Sin dudas es un momento muy emotivo y merecido. Hace 50 años que Gloria trabaja con el mismo entusiasmo y grado de compromiso con el vecino”.
Y subrayó: “Esa dedicación y esfuerzo conformaron un gran equipo que cada día trabaja mejor. Particularmente este último año, debido al tremendo nivel de interacción virtual, se ha consolidado el Colectivo de Instituciones de Discapacidad y hemos crecido también a nivel individual, algo que nos llena de alegría”.