Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, negó que su esposa le haya ofrecido una vacuna contra el coronavirus a la escritora Beatriz Sarlo y aclaró que sólo se la invitó a participar de una acción colectiva de concientización que pretendía "contrarrestar la campaña de desprestigio hacia la vacuna que impulsaban, en enero, dirigentes de la oposición y algunos medios".
"Mi esposa (por Soledad Quereilhac) no ofrece vacunas, no se vacunó nadie de mi familia. Lo que titulan algunos medios es mentira y una campaña horrible y de odio hacia mi familia", cuestionó el mandatario.
En declaraciones a TN, Kicillof detalló que después de participar de un acto con el Presidente "vi que habían títulos que decían que a Sarlo se le ofreció una vacuna por abajo de la mesa: es una campaña de desprestigio a mi esposa, porque nadie ofreció eso".
“Ella (en referencia a Sarlo) tiene derecho a decir que no, pero no tiene derecho a embarrar a nadie y no tiene derecho ahora a callarse la boca. Porque sí está impreciso el título porque no es cierto que mi mujer le ofreció una vacuna por abajo de la mesa, tiene que aclararlo”, manifestó.
El gobernador recordó que, en enero, en Villa Gesell anunció el inicio de una campaña denominada "Yo pongo el hombro" para sumar personalidades que se vacunarían en público para transmitir confianza a la sociedad y contrarrestar "el desprestigio a la vacuna que impulsaba una parte de la oposición".
"Lo anuncie en una conferencia. Fue bien pública y dije que destinaría cien vacunas porque la idea era que se vacunaran para terminar con ese tremendo trabajo de desprestigio", subrayó.
Y detalló que en aquel momento, con la idea de motorizar la iniciativa, contactó "al director de la editorial en la que se publican mis libros (por editorial Siglo XXI) y el editor (Carlos Díaz) le mando un mail a Sarlo para invitarla a la campaña, porque es conocida y opuesta al gobierno".
"No fue mi esposa la que contactó a Sarlo porque no es su amiga. No le ofrecieron algo turbio ni por debajo de la mesa", puntualizó y luego aseguró que aquella campaña de concientización finalmente no se concretó, ya que la revista científica británica The Lancet publicó los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna.
"Suspendimos la campaña de gente reconocida cuando el artículo de The Lancet hizo de goma el argumento antivacuna contra la Sputnik V", explicó Kicillof y luego agregó: "La campaña antivacuna fracasó, pero tuvimos que darle disputa".
"La campaña se politizó y por eso la idea de vacunar gente reconocida. Pero me llama la atención que termine en una canallada contra mi esposa", repudió el gobernador.
La escritora Beatriz Sarlo declaró ante la Justicia como testigo en el marco de la investigación por supuestas irregularidades en el programa de vacunación, que derivó en lo que mediáticamente se conoció como “vacunatorio VIP” y describió que la invitación a participar de la campaña “llegó desde provincia de Buenos Aires, a través de la esposa del gobernador de Buenos Aires, Soledad Quereilhac”, quien había sido alumna suya y añadió: “(El editor) Díaz me dijo que la idea era legitimar la vacuna a través de figuras públicas. Yo soy de Capital, no estaba anotada en el registro. Como Soledad fue alumna mía, ella se puso en contacto con mi editor”.