La sensación es de preocupación y fastidio no solo por el resultado adverso, si no por el rendimiento futbolístico y la actitud del equipo. Lejos quedó esa imagen de equipo aguerrido que peleó cada pelota contra Estudiantes, y que en base a sus delanteros casi lo gana y rescató un puntazo jugando con uno menos.
Esta tarde en Victoria y frente a una multitud Tigre estuvo apático, Wilchez no logró armar juego, Balmaceda no tuvo el desborde que supo mostrar, y la tarea de los delanteros fue escasa. El primer tiempo fue parejo, aunque Tigre casi no iniquietó al 1 de Defensa, y encima en una desatención sufrió el 0 - 1. En el complemento los ingresos de Piriz, Itabel y Luna no lograron gravitar, y para colmo luego de una avivada del delantero Stefanelli y una nueva desatención defensiva le dieron el segundo gol al visitante, liquidando el partido.
Desde la llegada de Camoranesi el equipo aún no mostró señales positivas en cuanto al juego asociado, y algunas decisiones como separar del plantel a Mariano Echeverría y a Horacio Orzan empiezan a generar murmullos y descotento en la hinchada para con el técnico.
