Emilio Perera, de 39 años y oriundo de la ciudad de Mercedes, se contagió de hantavirus mientras trabajaba en la U-47, ubicada en un predio cercano a la Ceamse en la localidad de José León Suárez, partido de San Martín, relataron otros guardiacárceles a medios de esa ciudad del oeste del Conurbano.
Compañeros y familiares de Perera responsabilizaron a las autoridades de esa unidad -que depende del departamento judicial San Isidro-, por la falta de atención y las condiciones en que se encuentra el lugar.
De acuerdo con esos testimonios, la cárcel carece de agua potable y lo mismo ocurre en la U-43 de González Catán (partido de La Matanza), la U-46 de mujeres y la U-48 (ambas en San Martín), en las que además hay "una gran cantidad de ratas y hasta murciélagos".
Perera "vino de trabajar de la unidad un viernes y ya se sentía mal. Pensamos que era gripe, pero el lunes 7 de marzo lo internaron porque sospechaban que era dengue. El 9 pasó a terapia y al día siguiente identificaron que tenía hantavirus", contó a Clarín Maira Espinoza, su pareja desde hacía ocho años.
Los compañeros de trabajo pidieron que se intervenga el Complejo San Martín y "que se aplique la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo 19.587 y sus decretos reglamentarios 351/79 y modificatorio 1338/96".
"Debió haberse cumplido la normativa vigente y no construir estas cárceles en rellenos sanitarios", con lo que "hoy no lamentaríamos la pérdida de una excelente persona como Marcelo", señalaron.
El hantavirus es una enfermedad aguda grave causada por el virus Hanta, que es transmitido a las personas por ratones de campo (principalmente los colilargos), que lo eliminan en la saliva, las heces y la orina, informó el Ministerio de Salud.
Desde esa cartera señalaron que el virus se transmite por inhalación -en lugares abiertos o cerrados-, contacto directo -al tocar roedores vivos o muertos infectados, o sus heces u orina- y mordeduras.
Los síntomas se parecen a los de un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas, náuseas, vómitos y a veces dolor abdominal y diarrea.
Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria, que puede agravarse produciendo lo que se conoce como "síndrome cardiopulmonar por hantavirus", que si bien es poco frecuente puede llevar a la muerte si no se trata a tiempo.