El tránsito en las horas pico y los excesos de velocidad en horas de la noche son las principales razones del fatídico promedio que se da en la autopista Panamericana: siete choques por día. ¿Los números del año pasado? 2305 accidentes y 78 muertos.
Para ser más exactos, y de acuerdo a un informe de la gestión anterior de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en 2015, los accidentes dejaron 1.264 heridos leves, 64 graves y 78 muertos. La cantidad de víctimas fatales se incrementó un 47% respecto a 2014.
La Panamericana mueve alrededor de medio millón de autos diariamente, ya que conecta la Ciudad de Buenos Aires con casi todos los municipios de la región norte costa: Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre, Pilar, Escobar y Campana.
Sobre los motivos, hay varios puntos de vista para tener en cuenta. El primero de ellos es que, según los peritajes que realiza Vialidad Nacional, “el 86% se produce por errores humanos, generalmente relacionados al no respeto a la velocidad máxima de cada sector y a las distancias entre vehículos, la distracción y el cansancio”.
En segunda instancia, y de acuerdo a lo propuesto desde el Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), "la Panamericana tiene una mezcla muy heterogénea de vehículos". Hay autos que "no están en condiciones de circular que conviven con otros de altísima gama". Por eso, según destacan, hay diferencias en las formas de frenado. A eso, se agrega que "hay muchísima gente que va circulando por la izquierda a muy baja velocidad, molestando a todo el resto y generando maniobras temerarias".
A estos dos fundamentos principales, se suman además la imprudencia y la falta de conciencia humana, el escaso nivel de controles de excesos de velocidad y alcoholemia, y los siniestros que ocurren en las zonas aledañas a la autopista. En este último punto, desde Vittal aseguran que “los domingos a la mañana, entre las 6.30 y las 10, se dan los accidentes más graves”, no sólo por los hechos de inseguridad, sino por las salidas de boliches.
Mensajes de texto al momento de manejar, conductores de vehículos de gran porte con pocas horas de sueño, y disminución de reflejos por el consumo de sustancias, culminan una larga lista de razones por las cuales la Panamericana registra tan grave saldo de accidentes, heridos y muertos.