Luego de la polémica en la Ciudad de Buenos Aires, la utilización de Uber, la empresa que permite contratar un viaje a través de una aplicación para teléfonos celulares, llegó al distrito. Desde el Municipio, el Concejo Deliberante y las asociaciones de taxis y remises denuncian su ilegalidad por no adecuarse a las normas de transporte público. Por otra parte, los vecinos destacan el bajo precio de los viajes.
La mayor circulación de los autos de Uber, identificados con un sticker en su parte delantera y trasera, se da por Av. Del Libertador, y con mayor frecuencia en las localidades de Olivos y La Lucila. Vecinos de San Isidro también verificaron su utilización, generalmente con viajes provenientes desde Capital Federal.
La competitividad de Uber se da por los precios, ya que hay una diferencia entre la bajada de bandera y el precio del kilómetro. En promedio, un viaje contratado desde la aplicación sale entre un 25 y un 30 por ciento menos que un viaje en remis o taxi. El contrapunto, al margen de sus características carentes de legalidad, es que quien viaje mediante este sistema deberá contar con tarjeta de crédito, ya que es la única forma de abonar la tarifa.
Desde el Municipio, sostuvieron que “las normas son claras e iguales para todos”, en relación a la necesaria adecuación del nuevo sistema a las ordenanzas vigentes y a su actual ilegalidad. El reclamo de la Organización de Remiseros de Zona Norte y de la Unión de Taxis de Vicente López es similar, aunque agregan que para las asociaciones, trabajar en la calle implica la realización de la VTV semestral, la renovación del registro anual o bianual, el pago del seguro de pasajeros y de las habilitaciones municipales, entre otros requerimientos que aquellos choferes que están registrados en la aplicación no deben cumplir. En este sentido, las agrupaciones piden que “la regulación sea tan estricta para unos que para otros” y resaltan que, “el viaje es más barato justamente porque la aplicación no cumple con requisitos formales y legales” que ellas si cumplen.
Por otra parte, el Concejo Deliberante también se vio vinculado al tema Uber, ya que en la última sesión se solicitó un informe para saber si alguna empresa en el distrito utiliza el aplicativo. Joaquín Noya, concejal del Frente para la Victoria en Vicente López, afirmó, en consonancia con las asociaciones de trabajadores de taxis y remises de la región, que la situación de ilegalidad provoca “un marco de competencia desleal”. “Tampoco tributa en Argentina por el método de cobro que realiza mediante las tarjetas de créditos. No pagan impuestos por el servicio que brindan y tienen en negro a los trabajadores. Esto se traduce en evasión fiscal y fraude laboral, mínimamente”, dijo Noya.
Los vecinos, por último, sostuvieron que es un “alivio para el bolsillo” desde el punto de vista económico. Así lo señaló Graciela Ballesteros, vecina de La Lucila, aunque admitió que “provoca una encrucijada pensar que habrá mucho menos trabajo para los taxistas y remiseros”.