Informe realizado por la organización Suelos de La Cava en agosto 2015
Intoducción
El siguiente escrito es fruto de la necesidad de compartir con la comunidad sanisidrense un informe descriptivo de la situación habitacional del barrio La Cava de la localidad de Beccar, Partido de San Isidro.
Con la intención que esta problemática gane lugar en la agenda pública y política local, convencidos en la imperiosa necesidad de una respuesta por parte del Estado y de los distintos actores de la comunidad y conscientes que la misma resulta imposible sin un consenso amplio que favorezca la decisiones necesarias, es que elaboramos este informe que recorre algunas de las principales problemáticas ligadas al habitat que padecen los vecinos del barrio y que experimentamos en nuestro trabajo cotidiano junto a ellos.
Acceso de materiales y regulación de la construcción
Desde hace algunos años los vecinos del barrio vienen padeciendo la imposibilidad de ingresar materiales de construcción para la refacción de sus viviendas. Fuerzas de seguridad municipales, alertadas desde el sistema de cámaras, impiden el acceso de estos bienes legítimamente adquiridos y comerciantes de la zona sufren amenazas si venden y descargan materiales en el barrio. Esta disposición de las autoridades Municipales no corresponde a con ninguna legislación ni orden judicial, convirtiéndose en una acción arbitraria, discriminatoria e ilegal.
Compartiendo la necesidad de regular la construcción dentro del barrio, atendiendo a evitar el aumento de la densificación, como también a la seguridad de los vecinos, afirmamos que el Estado en ninguna situación puede actuar al margen de la Ley y debe encontrar instrumentos legales para llevar adelante estos fines.
Cabe señalar que este procedimiento no resulta ni siquiera eficaz a los fines legítimos de regulación. La construcción dentro del barrio mayormente se sigue desarrollando, sin ningún tipo de regulación, con materiales ingresados "clandestinamente" y adquiridos en corralones más lejanos, asumiendo los vecinos costos adicionales de un flete. De esta manera, el procedimiento discriminatorio e ilegal, termina perjudicando a los vecinos más vulnerables dentro del barrio, quienes no cuentan con estos medios, pero no funciona como mecanismo regulatorio en general.
Lluvias e inundaciones
El aumento del régimen de lluvias ha afectado especialmente a barrios como La Cava, tanto por ubicarse en zonas bajas que reciben el drenaje de las aguas de zonas aledañas, por la dificultad del escurrimiento, como también por el estado de precariedad general de las viviendas.
En estos últimos años el barrio ha sufrido importantes inundaciones donde las familias han perdido muchos de sus bienes y se ha deteriorado la situación de su vivienda, afectando a la salud de sus ocupantes. Fue justamente la inundación de abril del 2013 y la necesidad de reparación de muchas viviendas lo que puso de manifiesto el conflicto antes mencionado de la restricción en el ingreso de materiales.
Durante estos últimos años se pudo observar trabajos y obras realizados por el municipio que han favorecido el drenaje de las aguas. Pero la situación estructural de muchos sectores y las lluvias intensas cada vez más frecuentes, exceden a estas respuestas y exigen acciones políticas más de fondo.
Creemos indispensable la aceptación de esta problemática de partes de las autoridades que suelen publicitar la ausencia de inundaciones en el distrito, el establecimiento de protocolos de emergencia y el desarrollo de acciones estructurales en los sectores más comprometidos, como podría ser la posibilidad de la construcción en alto.
Debemos señalar que el inconcluso Plan Federal de Vivienda produjo movimiento de suelos que perjudico a familias que no fueron trasladadas y hoy reciben el escurrimiento de aguas provenientes de sectores que fueron elevados.
Pozos Ciegos, napas, contaminación de las zanjas
Existe en el barrio una situación crítica con la saturación de los pozos ciegos. Cientos de familias no tienen, por largos períodos, lugar alguno donde evacuar sus deposiciones. La altura de las napas, la inexistencia de un sistema eficiente para la gestión de los desagotes, la imposibilidad de acceso de los camiones atmosféricos varios días después de una lluvia, el desborde de los pozos ciegos con las lluvias intensas, provoca que las aguas servidas circulen habitualmente en las zanjas abiertas que surcan el barrio convirtiéndose en un foco infeccioso de suma gravedad.
Este problema se encuentra presente incluso en sectores urbanizados por el Plan Federal de Viviendas donde los conductos cloacales, contradiciendo toda normativa al respecto, se encuentran conectados a los pluviales, y en las fuertes lluvias, con el desborde de estos conductos, el anegamiento de calles y pasillos se da con aguas servidas.
Es necesario, de forma urgente, una reelaboración de la gestión de desagote de pozos hacerla accesible a todos los vecinos y sin las arbitrariades del sistema actual en manos de los Promotores. Al mismo tiempo, mejorar el acceso de los camiones atmosféricos, el avance de obras de sistemas cloacales en los sectores que es factible actualmente (independientes de los pluviales) y el estudio de medidas complementarias como la implantación de puestos sanitarios públicos.
Basura
La basura es otra de las problemáticas ligadas a la contaminación y los focos infecciosos. Existen dentro del barrio numerosos predios que funcionan como basurales, muchos de ellos fueron viviendas derrumbadas de familias trasladadas durante el Plan Federal de Viviendas. También, el sistema de recolección, con grandes volquetes en distintos sectores del barrio, resulta ineficiente, provocando focos infecciosos, abiertos a los animales, contiguos a viviendas y sectores de esparcimiento de niños.
Consientes de la gran responsabilidad del vecino en esta problemática, creemos necesario políticas públicas como campañas de concientización, revisión de sistemas de recolección, planificación de los sectores y terrenos no habitados, así como la integración al sistema de recolección del resto de la ciudad de las calles y sectores donde es posible el acceso de los camiones (Ej: sector Cava Chica, calle Neyer, calle Newbery)
Electricidad y agua potable
Tanto el actual tendido eléctrico como la conexión de agua potable suponen importantes riesgos para la salud de los vecinos. Las conexiones eléctricas informales, sin ningún tipo de control, cruzan los pasillos totalmente expuestas y al alcance de los niños.
Las cañerías plásticas de agua potable, en muchos tramos, se disponen sobre las zanjas permanentemente contaminadas.
Apertura de calles y pasillos
Para la integración social del barrio, es imperioso una política de apertura de calles y pasillos que facilite el acceso y la presencia del Estado. En la mayoría de los sectores resulta imposible el acceso de ambulancias, vehículos de bomberos, patrulleros, recolectores de basura. Vecinos tienen su movilidad reducida les resulta muy dificultoso el acceso a su vivienda.
La posibilidad del vecino de poseer una dirección postal como la búsqueda mitigar de barreras sociales que suponen vivir en La Cava están estrechamente ligadas a esta vocación de apertura.
Sectores como Cava Chica, urbanizados durante el Plan Federal de Viviendas, se mantienen desintegrados innecesariamente del resto de la ciudad, interrumpiendo el asfalto con "señales" en cada uno de sus acceso que indican la ruptura con el tejido urbano normal.
Seguridad
El sistema de seguridad termina donde comienza el barrio. Las cámaras que rodean a La Cava resultan eficaces para alertar a las patrullas municipales cuando un camión de materiales para la construcción está por descargar, pero no han podido advertir tiroteos o desmanes sucedidos en los últimos meses en las inmediaciones del barrio. La situación de los vecinos es de total desamparo frente a los hechos de violencia.
Situaciones de abandono y emergencia
En este contexto, existen en el barrio una decena de situaciones de un estado crítico, donde la situación de precariedad de la vivienda sumado a importantes problemáticas de salud y de aislamiento, requieren una intervención urgente del Estado. Desde nuestra organización hemos presentado algunos de estos casos a las autoridades Municipales, siendo reconocida la situación de "Emergencia Habitacional" pero sin haber podido alcanzar una respuesta concreta a estas situaciones críticas después de más de un año. Cabe mencionar a una familia con un niño de 3 años con cáncer, en tratamiento con quimioterapia, por el cual se encuentra inmunodeprimido y tiene la prescripción de habitar en un lugar carente de focos infecciosos, siendo que actualmente su vivienda ubicada en uno de los sectores más bajos e inundables, es cruzada por una zanja y linda con una chatarrería.
Inexistencia de un Plan de Urbanización
Durante las últimas décadas, distintos Planes habitacionales han prometido la urbanización del barrio y, si bien se han reubicado centenares de familias, estas son un porcentaje menor en relación a las que vieron frustradas sus expectativas de alcanzar una vivienda digna. La ejecución de estos planes es experimentada por los vecinos como una estafa, percibiendo que mayormente se han realizado viviendas en las zonas exteriores del barrio, quedando detrás y tapada por ellas la situación de precariedad generalizada antes descripta. Y en muchos casos estos Planes han generado mayores perjuicios a los vecinos que quedaron en sus antiguas viviendas o que fueron trasladados a viviendas "provisorias" en las que habitan hace más de 8 años.
La total inexistencia de un plan de urbanización para el barrio que pueda dar respuestas a las problemáticas descriptas, la incapacidad del Estado de regular la construcción y de contener la demanda social, está favoreciendo actualmente el realojamiento de familias en sectores que habían sido liberados, la construcción en altura sin que esto suponga la oportunidad de apertura de calles y demás situaciones que significan un retroceso en cuanto a las posibilidades de pensar al barrio La Cava como un habitat saludable para sus vecinos e integrado al resto de la ciudad.