(Nota publicada en la Revista Macacha)
Sobre la calle Matheu casi esquina Pueyrredón, en el barrio de Villa Maipú, hay una pared con una imagen de antaño que se escapa al olvido del tiempo. Unos chicos arriba de un puente son alumbrados por una luna llena. Podrá parecer sacado de otro paisaje, pero el puente a la vuelta de la esquina testimonia el lugar retratado.
“Empleamos la técnica de ir a la deriva. Mientras pintábamos, conversábamos con los vecinos y aportaban al mural” relata Cecilia Leiva, integrante del grupo artístico junto con Elena Vasquez, y Juan Ramón Gímenez. El mural fue hecho con los colores del Club Chacarita Juniors y lo componen la entrada del Autódromo, sus autos, una Murga, el cuadro de Chaca, un colectivo de la línea 161, el antiguo bar La Raíz, la estación de tren, y arriba cerrando la imagen de luna llena con las casillas de fondo.
La iniciativa de la intervención en la vía pública surgió a partir del programa municipal San Martín pinta bien, que tiene por objetivo retratar la historia y la identidad de los diversos barrios del partido. La presentación del vídeo documental se realizó al lado del mural el domingo 21 de Febrero. Cuando finalizó la proyección los vecinos compartieron sus historias personales y las de las generaciones pasadas, para así añorar un tiempo en que las relaciones humanas eran más cálidas. Una vecina del Club Atlético Central Argentino, lo sintetizó con un llamado a “cuidar el barrio, disfrutarlo, defenderlo y decir, ‘esto es mío.'”
El puntapié inicial para el trabajo de los artistas fue el el libro del primer historiador de Villa Maipú, el vecino Juan Baric: “Breve y desconocida historia de Villa Maipú”. Baric, que es también miembro destacado de la Sociedad de Fomento Parque General San Martín, relata cómo los orígenes del barrio -que en un principio se llamó Villa Diehl- se remontan a los obreros ferroviarios que vivían al costado de las vías, en las inmediaciones de la estación San Martín y los talleres ferroviarios de la ex línea Mitre. El crecimiento de Villa Maipú llegó, como en tantos otros casos, a través de las sociedades de fomento, integradas por inmigrantes que trabajaban en los tambos, las quintas, la construcción y los hornos de ladrillos cuyos restos todavía prevalecen.
Video realizado por Archi Bando:
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