Según publico el portal Infobae, en una nota firmada por el periodista Federico Fahsbender, el 11 de enero de 2014 por la noche, en el living de la casa del arroyo La Horca del delta del Tigre, en la zona del Paraná de las Palmas, Ignacio Liprandi, reconocido artista plástico, presentó ante una docena de jóvenes a un aborigen de la selva peruana, miembro de la etnia shipibo.
El "chamán" Plácido Rodríguez Castro venía del poblado de San Francisco, en plena Amazonia. Liprandi lo habría conocido meses antes, en una suerte de peregrinación psicodélica. El chamán Plácido llegaba como un supuesto sanador, envuelto en un aura mística, para administrar lo que era su medicina de la jungla; una dosis de ayahuasca, el poderoso alucinógeno líquido que induce visiones fantásticas y supuestas transformaciones en la psiquis, en una ronda ritual que duraría toda la noche, según afirma Fahsbender.
Liprandi habría reunido a su audiencia, la mayoría de clase media alta, entre ellos artistas, aspirantes a místicos, seguidores de terapias alternativas. Los había convocado vía mail, cobrándoles 750 pesos por la experiencia, almuerzo incluido.
En la casa del Delta, durante el ritual, tres chicas fueron abusadas sexualmente, según denuncia la publicación. Una de ellas, posiblemente violada con una penetración forzada. Dos de ellas señalaron a Rodríguez Castro como el responsable. Pero a más de dos años del hecho, que se mantuvo en estricto secreto, ninguna de ellas hizo una denuncia ante la Policía o frente a un fiscal.
Una de las jóvenes que rompió el silencio, frecuentaba el circuito porteño de la ayahuasca al menos desde mayo de 2013. Ella afirmó que en una habitación en la casa, con la puerta entreabierta, el chamán comenzó a acercarse: "Yo ya estaba en el estado de ayahuasca. Me empezó a decir 'vos vas a ser la mujer del chamán, sos muy hermosa, casate conmigo'. Me pidió que lo bese como si fuese su amante, me succionó la lengua. Me tocaba cuando me distraía" dijo la joven.
Por el simple hecho de hablar, el circulo ayahuasquero al que pertenecía le dio la espalda a esta joven quien señala que hasta su amiga, supuestamente abusada junto a ella en la noche del 11 de enero, decidió no hablarle.
El periodista Fahsbender afirma que a mediados de marzo de este año, la joven abusada se comunicó por última vez: dijo había tomado el valor para denunciar el abuso en una fiscalía de Tigre. Sin embargo, aclaró que hablaría antes con Liprandi, que le parecía lo correcto avisarle. La denuncia no se hizo hasta hoy.