Con extraordinaria algarabía se vivió la partida al mar de un elefante marino que fue encontrado en las cercanías del Río Paraná de las Palmas y Arroyo Toledo, víctima de una bajante de agua prolongada. La cooperación del Municipio de San Fernando, el de Tigre, y las fundaciones proteccionistas de fauna Temaikén y Mundo Marino fueron claves para el éxito de la operación.
Vecinos del Río Paraná habían comunicado la aparición de un elefante marino perdido en las costas de la zona. El ejemplar fue trasladado con una lancha de Defensa Civil del distrito hacia Tigre centro, donde fue retirado con la colaboración de especialistas de la Fundación Temaikén. Los rescatistas contaron con la ayuda de agentes del Centro de Operaciones Tigre (COT) y el cuerpo local de Bomberos voluntarios, en un operativo de aproximadamente 7 hs de duración.
Gustavo Gachen, curador general de la Fundación Temaikén, comentó: “Se trata de un animal grande que cuesta mucho contener debido a su estado de estrés. Por esto, el objetivo era trasladarlo lo antes posible a un institución especializada de la costa atlántica bonaerense, para restituirlo a su hábitat natural”.
Según explicaron fuentes de Guardaparques de Áreas Naturales Protegidas de la Provincia de Buenos Aires, los vecinos avistaron el ejemplar que en un primer momento confundieron con un lobo marino. Al llegar al lugar, los rescatistas se percataron que en realidad se trataba de un elefante hembra juvenil de aproximadamente 400 Kg de peso, que se encontraba en estado de deshidratación, lo cual obligó a tomar medidas urgentes.
El traslado del animal a las instalaciones de Mundo Marino en San Clemente, para ser revisados por especialistas en biología oceánica, se realizó gracias a que las Secretarías de Medio Ambiente y Salud Pública y de Servicios y Espacios Públicos de San Fernando dispusieron de vehículos.
Por otra parte, el Director General de Medio Ambiente sanfernandino, Gabriel Tato, comentó instantes después de que el animal se sumergiera en Punta Rasa: "Es un día de celebración para toda la humanidad porque somos muchas veces nosotros los responsables del impacto negativo en el planeta, pero cuando suceden cosas así, es para festejar".
Gachen, además, expresó al despedirse del elefante marino: "Estaba en buen estado, sólo cansado y un poco deshidratado; lo que necesitaba era ir al mar". Observó luego: "Esto es frecuente en animales juveniles, que cazan cerca de agua dulce, buscan hidratarse y se pierden fácil".
Por último, enumeró recomendaciones a los vecinos que se encuentren con animales fuera de su hábitat natural: "Lo fundamental es comunicarse automáticamente con las autoridades y no tocarlo, ya que en algunos casos podrían transmitir enfermedades".