El Transformador, un espacio sociocultural de Morón y una historia de lucha por seguir en pie

La asociación cumple este domingo 19 años desde su creación, y desde 2002 realiza sus actividades en una casona de la localidad de Haedo, que tiene por un lado un juicio de desalojo en curso y por otro un pedido de expropiación a la Provincia para que sea declarada de utilidad pública. En el lugar se desarrollan actividades y talleres para jóvenes en situación de calle.

casona haedo morón

Promover actividades culturales e instar al desarrollo de una adecuada contención social para jóvenes en situación de calle son ejes en los que muchas organizaciones trabajan a pulmón día a día. Uno de esos casos es el de El Transformador, un espacio en Morón que este domingo 15 de agosto cumple 19 años y en cuya historia se halla una constante lucha por continuar subsistiendo.

El Transformador es una agrupación civil instalada en una casona sobre la calle Caseros al 200, en la localidad de Haedo, donde se trabaja en la “niñez digna”, la agroecología y la cultura popular. Se originó en agosto del 2001, en contexto de plena crisis política y económica del país, a través de una familia que organizaba ollas populares, en principio en la calle, y al año siguiente ya en la casona, la cual alguna vez fue propiedad de la familia de Manuel Fresco, gobernador de la provincia de Buenos Aires en la década en la década del '30.

Allí funcionan experiencias autogestivas como Caracolas Feminista, centrada en cuestiones relacionadas a la violencia de género y en ahondar en una sociedad más equitativa, y Sembrando Rebeldía, que es una organización de educación popular.

“Hace unos años desde El Transformador nos propusimos abrir la casona con eventos y talleres a organizaciones amigas que ya nos la pedían para hacer reuniones”, le cuenta a QUE PASA Macarena, integrante del espacio que tiene como tarea gestionar los talleres artísticos, circenses y de danza, los seminarios que se dictan y también la biblioteca del lugar.

En la historia de la asociación también se destaca una constante lucha por seguir en pie y, precisamente, poder continuar acobijando a los más jóvenes y llevarles las distintas actividades que se realizan. Tras el fallecimiento de Manuel Fresco (hijo), quien había donado una parte de la casona a las agrupaciones que allí trabajaban, El Transformador empezó a atravesar un juicio de desalojo en el año 2005, el cual “se mantiene desde ese momento hasta ahora", iniciado por otra parte de la familia del ex gobernador.

En el año 2013, la asociación fue beneficiada por la Ley de expropiación, al ser considerada de utilidad pública por las actividades que lleva adelante, pero el plazo de 5 años que se brinda para que la Provincia de Buenos Aires adquiera definitivamente el inmueble venció en 2018, y allí el pedido de desalojo volvió a levantarse. "La expropiación no llegó a concretarse efectivamente porque nunca se hizo el pago de Provincia a la familia”, contó Macarena.

Desde el Juzgado N°11 de Morón, no hicieron lugar al nuevo pedido de desalojo y ahora la decisión la tiene la segunda instancia judicial, donde la familia apeló la decisión. En paralelo, desde El Transformador solicitaron una nueva expropiación, que ahora se encuentra en tratamiento en la Cámara de Diputados bonaerense, mediante la cual la casona de Caseros al 200 pasaría a manos del Estado.

"Si el pedido es aceptado será cedida al Municipio de Morón y ahí empezaría otra gestión con ellos, pero entendemos que es otra lucha distinta a la de la propiedad privada", cerró Macarena.

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