La contaminación del río Reconquista es una problemática vigente que atraviesa 18 municipios, entre los cuales se encuentran San Martín, Vicente López, San Isidro y Tigre.
Semanas atrás reconocidos deportistas de distintas disciplinas participaron en la campaña que busca visibilizar la contaminación del Río Reconquista, bajo la consigna “Limpiemos el Reconquista”.
Con drones, fotos y cámaras de video en mano, pero especialmente a partir de relatos de pobladores, empresarios de la zona norte y miembros de la ONG ProyectAR recorrieron a fondo la cuenca y diseñaron un plan de acción a medida para atacar los problemas de base.
"Si dejamos de ensuciar el río, este por sola acción natural empieza a sanearse solo".
Desde ProyectAR Tigre indican que para accionar en cada una de las comunidades de actores que se encuentran involucrados en el proceso de saneamiento, primero es importante concientizar: “Porque logramos que las personas se sensibilicen ante una temática. Si dejamos de ensuciar el río, este por sola acción natural empieza a sanearse solo. Cuanto más rápido accionemos, más rápido se va a sanear”, remarcó la directora Carolina Casares.
muchas familias viven en asentamientos precarios ubicados mayormente en las áreas bajas o inundables, adyacentes a las márgenes del Río Reconquista y sus afluentes, que constituyen en justamente parte del río: su valle de inundación
Pasaron más de veinte años y el Reconquista permanece en un escandaloso estado de contaminación, donde varias comunidades de la cuenca continúan afectadas por desechos peligrosos y por la falta de infraestructura para la provisión de agua potable. Sus habitantes consumen agua no apta para consumo humano, con elevadísimos contenidos de nitratos.
El área de la cuenca contiene 4.239.543 habitantes (13% de la población del país), la cuenca atraviesa 18 municipios. El crecimiento poblacional en el área fue explosivo y desordenado, siendo Tres de Febrero, San Martín, Vicente López, San Isidro, Morón, Hurlingham y Tigre los partidos más densamente poblados.
El promedio de la población que se encuentra en condiciones de pobreza es de más de un millón de personas. La situación se agrava debido a que parte de estas familias viven en asentamientos precarios ubicados mayormente en las áreas bajas o inundables, adyacentes a las márgenes del Río Reconquista y sus afluentes, que constituyen en justamente parte del río: su valle de inundación. “Existen 300 villas en toda la cuenca que abarca 18 municipios, donde viven un millón y medio de personas”, detalló Casares.
Según informes técnicos y ambientales, el 40% de la población no tiene agua potable de red y el 63% no están conectados a la red de cloacas, siendo servidos por camiones atmosféricos o zanjas a cielo abierto. Por ello puede afirmarse que más del 90% de los efluentes cloacales generados por los habitantes no recibe tratamiento previo de depuración, de ningún tipo, sino que se vuelva crudo al sistema hídrico. “Es como decir que más de un millón de personas están haciendo sus necesidades en el río”, aclaró.
Las enfermedades derivadas de la contaminación del río pueden ser cefaleas, debilidad muscular, alteraciones cardíacas, afecciones cutáneas, trastornos digestivos, hipertensión, deterioro del sistema nervioso central, cáncer, y mal formaciones, entre otras.
En el espacio de la cuenca existen unas 12.000 industrias, las cuales en su gran mayoría vuelcan sus efluentes en el río sin tratamiento adecuado. “Casi el 45% de desechos provenientes de industrias con metales pesados, es un cóctel contaminante, trae graves problemas de salud y medioambiental porque se rompe un ecosistema. Cuando rompes a un ecosistema lo enfermas y por ende se enferma la población”, manifestó la directora de ProyectAR.
Las enfermedades derivadas de la contaminación del río pueden ser cefaleas, debilidad muscular, alteraciones cardíacas, afecciones cutáneas, trastornos digestivos, hipertensión, deterioro del sistema nervioso central, cáncer, y mal formaciones, entre otras.
La cuenca está recibiendo en la actualidad el mayor impacto ambiental de toda la Región Metropolitana. Más de 22 municipios y toda la ciudad autónoma entierran sus residuos en campo de mayo, esto representa 11.000 toneladas por día y 340.000 toneladas al mes. Es decir, como la cancha de River cubierta de suciedad cada dos días.
