En las instalaciones del Museo Sarmiento del Delta, se presentó el Programa “Agua Segura”, una iniciativa impulsada por el Municipio de Tigre junto a la firma Life Straw, cuya cara visible es el conductor Julián Weich, que a través de sus purificadores microbiológicos instantáneos busca brindar este soporte vital de forma apropiada y segura, eliminando el 99,99% de bacterias, virus y parásitos.
En esta oportunidad, se entregaron equipos al propio Museo Sarmiento, a dos CAFyS (Centro de Atención Familiar y de Salud), a las escuelas primarias N° 8, 12, 13 y 17, al Jardín 912 del Delta, que nuclean aproximadamente a 1.200 chicos.
Los equipos, que no contienen productos químicos, se encargan de purificar en promedio 12 litros por hora. Además, pueden abastecer con agua segura a aproximadamente 100 personas al día y funcionan con aguas turbias sin requerir pilas ni energía eléctrica, ni conexión a redes de acueducto.
“Recibimos este filtro con mucha expectativa. El agua es muy importante en toda la humanidad. Nuestra escuela se desarrolla en un espacio rural e isleño, por eso lo tomamos con muchos entusiasmo. Es una etapa de aprendizaje que seguro se va a replicar también en las casas. Tigre siempre ha acompañado la educación a través de programas e iniciativas y este es un abrazo más que nos reconforta y hace bien”, comentó Susana, directora de la escuela primaria N° 12 de Islas, que recibió uno de los purificadores.
Por su parte, el impulsor de “Agua segura”, Julián Weich, expresó: “El problema del agua potable es algo mundial. En nuestro país ocurre que en muchos lugares hay y en otros no; y a veces donde hay, no es pura y no reúne las condiciones necesarias para que sea saludable porque reúne bacterias, virus y parásitos. Por eso, la calidad de estos filtros genera que se puedan prevenir muchas enfermedades. Es importante trabajar de forma articulada. Tigre apostó al proyecto que le presentamos, confió en la iniciativa y hoy la llevamos adelante juntos”.
En forma paralela, el Municipio trabajará con el programa en dos ejes. Por un lado, en la prevención y acceso a la salud para todo aquel que lo necesite, a través de acciones concretas organizadas por los CAFyS directamente en las escuelas; y por el otro, en la difusión y educación mediante capacitaciones sobre la problemática de las enfermedades transmitidas por el agua, ya que cada comunidad corre el riesgo de contagiarse enfermedades transmitidas por ella.