Este viernes se cumple un mes de la tragedia que conmocionó a Tres de Febrero y a todo el país, cuando tres bomberos del cuartel de Caseros que concurrieron a un edificio a apagar un incendio el pasado 3 de agosto fallecieron durante el operativo. Ahora, en ese cuartel, ubicado apenas a cuatro cuadras del lugar de la tragedia, sus familiares, amigos y colegas les rendirán homenaje.
Desde las 20 horas, el destacamento 2 de Caseros, ubicado en Rauch 1655, abrirá sus puertas para recibir a los vecinos y recordar a Pablo Silva, Cristian Ragazzoni y Gabriel Fedeli, los tres héroes que dejaron su vida mientras trabajaban arduamente en sofocar las llamas del edificio de avenida San Martín 1351, a metros de la intersección con la calle Marco Polo, escena que se replicó ese martes trágico por cuanta pantalla y red social había.
El encuentro de este viernes fue organizado por las familias y los vecinos, y los bomberos prestaron el cuartel como espacio para poder llevarlo adelante, porque era el lugar donde pasaban gran parte de su tiempo y donde ponían el cuerpo día a día al servicio de la comunidad.
"Esta fue la tragedia más grande de la historia de Tres de Febrero. El dolor y la tristeza sigue siendo exactamente la misma que el día uno. Sólo los vecinos se acercaron para acompañarnos en este proceso", contó a QUE PASA Fernando Vieito, encargado del destacamento 2 de Caseros, y lamentó que este tipo de situación "es algo a lo que estamos expuestos todo el tiempo, más allá que creo que acá hubo cosas particulares que no tendrían que volver a pasar nunca más".
Ragazzoni era cabo 1° de la Policía Federal y padre de tres hijos, Fedeli tenía 48 años y trabajaba como remisero, y Silva tenía 47 años, dos hijos y era consultor de recursos humanos. Los tres, además de sus ocupaciones, integraban desde hace años el cuerpo de voluntarios. "Ellos eran los mejores. No hay una explicación de lo que pasó, para nosotros es como que no se fueron. No los vemos físicamente, pero están en las charlas diarias, todavía estamos perdidos", manifestó emocionado Vieito.
"Acá tenemos algunos recuerdos de ellos colgados. Cuando se cumpla el año de este hecho colgaremos sus placas seguramente. El día de mañana se hará una vitrina con su ropa. Pero todo es muy reciente, estamos intentando salir de este dolor todos, nosotros y su familia. Los seguimos extrañando y los seguimos esperando. Hay que asimilarlo, digerirlo", culminó el bombero.