Cuatro delincuentes armados ingresaron a una vivienda de un country de Pilar, donde maniataron a un juez laboral nacional y a su familia, y luego escaparon con dinero y un teléfono celular, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho se registró alrededor de las 3 en el barrio privado Pilará, ubicado a la altura del kilómetro 53 de la Autopista Panamericana, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Voceros policiales informaron a Télam que efectivos del Comando Patrulla de Pilar acudieron al country luego de que se diera aviso al sistema de emergencias 911 sobre un asalto en el lugar.
Los agentes constataron que en una de las propiedades del barrio privado irrumpieron cuatro asaltantes armados y maniataron a un hombre de 60 años, a su esposa y a la hija de ambos de 13.
El hombre asaltado era Alberto Calandrino, juez Nacional de Primera Instancia del Trabajo, quien dialogó esta tarde con el canal TN sobre el robo que sufrió junto a su familia, y señaló que se despertó al sentir “un golpe en la cabeza” y luego advirtió la presencia de cuatro o cinco delincuentes, “totalmente vestidos de negro”.
“Fueron directamente al dormitorio, trajeron a nuestra hija de otro cuarto, nos maniataron y nos pidieron plata de una forma muy violenta”, relató el magistrado, quien agregó que el asalto duró “una hora”.
Calandrino señaló que los asaltantes le dijeron: “Nosotros no somos ni violadores ni asesinos, pero queremos que nos des la plata”.
“Nos tiraron la casa abajo, revolvieron todas las habitaciones buscando una caja fuerte, nos preguntaron si tenía un arma”, expresó el juez, quien recalcó que es el segundo asalto en el country en los últimos tres meses, por lo que criticó a la seguridad privada del barrio cerrado.
Asimismo, contó que uno de los ladrones intentaba tranquilizarlo a él y a su hija y les pidió que hicieran la denuncia dos horas después, “porque iban a entrar a robar a otra casa”.
“Efectivamente fueron los delincuentes a otra casa, donde sonó la alarma y salieron corriendo”, aseguró Calandrino, quien además expresó que “al no ser una persona muy solvente económicamente”, tuvo “terror” de que pudieran ajusticiarlo.
Es que los ladrones solo sustrajeron de la propiedad 300 dólares, 1.500 pesos y un teléfono celular, tras lo cual huyeron.
De acuerdo a la información recabada por los policías, los delincuentes ingresaron al predio por un sector del perímetro que limita con un campo y que se comunica con la ruta 34.
En la vivienda asaltada se hicieron presentes detectives de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) Pilar y personal de la Policía Científica.
Interviene en la causa el fiscal Andrés Quintana, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 Distrito Pilar.