En una historia que se repite y afecta fuertemente a los vecinos del bajo Boulogne, en los últimos días se produjeron dos nuevos incendios en el depósito fiscal de autos y chatarra, ubicado en las calles Buenos Aires y Junín, generando una gran cantidad de humo tóxico.
El hecho recurrente despierta un reclamo sostenido en los últimos años por parte de vecinos y la comunidad educativa del colegio Plácido Marín, dependiente del Obispado de San Isidro, que se encuentra frente al depósito.
En varias ocasiones el colegio debió suspender las clases por la gran cantidad de humo tóxico proveniente de estas quemas. El último hecho se produjo el pasado 29 de septiembre, cuando cerca de las 21hs, se tuvieron que suspender las clases del secundario de adultos y evacuar la institución educativa.
“Es la segunda vez que tenemos que evacuar el colegio por esto. Acá se tiran las responsabilidades de un lado para el otro, y la situación es insostenible y nadie da una respuesta. Esta vez hubo incendios 2 veces en 8 días. El 21 de septiembre no se suspendieron las clases porque era el día del estudiante y no había actividad” afirmaron a QUE PASA voceros de la comunidad educativa que denunciaron el hecho.
Según la versión de distintos vecinos dieron a QUE PASA, los incendios se producen de forma intencional por personas que ingresan al predio a sustraer autopartes de vehículos decomisados. En el 2017 el entonces ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, anunció la implementación de un nuevo sistema de compactación con el que se buscaba reducir la cantidad de autos y mejorar las condiciones para los vecinos del lugar, además de terminar con un foco de corrupción con la venta de ilegal de autopartes (VER NOTA). Los incendios continuaron.
