La comunidad educativa de la Escuela Primaria N°5 "José de Calasanz" de la localidad de Virreyes, en San Fernando, se movilizó este martes por la tarde para reclamar la reactivación de obras en el edificio, que hace ocho años se realizan de forma intermitente y nunca tuvieron finalización, luego de dos incendios que la institución sufrió en 2013 y 2016. Además, pidieron mayor seguridad en la zona, ya que desde hace meses vienen sufriendo reiterados robos de cables de electricidad, que hacen que los chicos no puedan tener clases en condiciones.
La incertidumbre por la situación edilicia de la institución se vive desde el 2013, cuando el establecimiento sufrió incendios intencionales que privaron a alumnos de la zona poder seguir cursando allí, y desde entonces, los trabajos de reconstrucción que iniciaron durante la gestión de Daniel Scioli sólo fueron retomados parcialmente. Al 2016, a causa de contratistas que no siguieron adelante con las tareas y contratos rescindidos por el gobierno de María Eugenia Vidal, el edificio tenía sólo cuatro aulas finalizadas. Ese año, la escuela sufrió un nuevo incendio.
La situación llevó a que la comunidad educativa se movilizaran en varias oportunidades. Una de ellas ocurrió allá por mayo de 2018, cuando docentes, padres, y alumnos visibilizaron su reclamo en Avellaneda y Acceso Tigre (VER NOTA).
Este martes 30, una nueva movilización se repitió y los padres hicieron ver su reclamo en la puerta de la escuela, luego de una marcha que comenzó en avenida Avellaneda y calle 19. "Queremos que alguien garantice la educación de los chicos, que tengan la real voluntad de hacerlo, porque desde hace ocho años que no vemos que eso ocurra, y lo único que recibimos son promesas incumplidas", dijo Hugo, padre de un alumno de 6° año de la primaria, en diálogo con QUE PASA.
"Estamos en una situación de preocupación y bronca, porque lo que pasa acá es histórico. No ví en ningún otro lado que una escuela esté sin terminarse durante tanto tiempo. Nosotros como comunidad tomamos mil medidas, pero todos hacen oídos sordos", manifestó.
Los trabajos se retomaron a mediados de 2018 y se llevaron adelante hasta mitad de 2019, cuando volvieron a pararse. Ya durante el actual gobierno provincial, en octubre de 2020 hubo una nueva reactivación que también se detuvo pocos meses después. "En el verano de este año fue la última vez que vinieron, y ahora en lugar de haber una obra hay sólo roedores. Queremos que nos den explicaciones de por qué no se continuó, por qué los chicos tienen que seguir esperando, y cuál es la solución que nos tienen que dar", dijo Hugo.
Además de la situación de obras inconclusas, la escuela sufre desde hace algunos meses otra problemática: la de actos de vandalismo y robos que no permiten que las clases se desarrollen con normalidad. "Se roban cables de luz, cajas de los aires acondicionados y el poco lugar que tienen hoy los chicos para estudiar se ve afectado por cortes de electricidad", explicó a este medio, luego de dejar un petitorio en la Comisaría de la zona, solicitando que se pueda mejorar el patrullaje o "poner mayor atención" a lo que ocurre con los robos.
Actualmente, la escuela cuenta con nueve aulas, de las cuales sólo pueden ser utilizadas seis, ya que las otras tres no cuentan con la ventilación correspondiente que indican los protocolos Covid-19 para poder tener clases en el lugar. Por este motivo, y según cuentan los padres, desde que comenzó la pandemia los alumnos tienen clases presenciales de forma intermitente ya que nunca pudieron retomar la presencialidad completa por la falta de infraestructura.