Un espacio icónico de San Isidro se renueva para recuperar su esplendor: la reconstrucción total de la Plaza Mitre frente a la Catedral avanza con tareas de restauración en los monumentos de Bartolomé Mitre y Adrián Beccar Varela. Además, se lleva adelante la recuperación de los ladrillos originales de fines del siglo XIX y el reloj floral, entre otros intensos trabajos.
El espacio integra el solar declarado como Lugar Histórico Nacional por decreto del Poder Ejecutivo Nacional. El proyecto de reconstrucción recibió la conformidad de la Comisión Nacional de Monumentos, y fue fruto de un trabajo conjunto de las áreas de Planeamiento Urbano, Museo, Biblioteca y Archivo Histórico de San Isidro “Dr. Horacio Beccar Varela” y Espacio Público.
"La plaza realmente se estaba desmejorando con el paso del tiempo y está declarada como solado histórico siendo uno de los sitios donde para realizar obras y arreglos se requiere una autorización previa", explicó Leandro Martín, subsecretario de Espacio Público del Municipio, en una entrevista con QUE PASA, y valoró que "se haya tomado la decisión política de cerrar la plaza para arrancar trabajos muy importantes".
En el espacio, la comuna realizó en una primera instancia tareas de mantenimiento (raleo y recorte de raíces) en los más de 70 árboles que allí habitan, incluyendo las tipas y las añosas palmeras, además del retiro de rejas perimetrales de cada uno de los canteros, según indicaciones de la comisión de monumentos. "Los árboles están mejor y eso se ve más allá del vallado que hoy tiene la plaza. Están muy vitales las especies y no hizo falta extraer ninguna. Todo lo que se pueda conservar, se va a conservar, esa es la premisa", afirmó el subsecretario.
Por otro lado, para la tarea de limpieza de los monumentos se utilizó un mineral especial y se contrató a una empresa especializada en el tema que trabajó en los bustos del Congreso de la Nación y que también se encargó de la limpieza de los bancos de piedra que tiene la plaza.
"Se hizo un trabajo importante desde la administración municipal en estos meses y está en concurso la licitación pública por $200 millones para la segunda etapa de obras más profunda, que incluirá el levantamiento de todo el piso, la reconstrucción de todos los desagües pluviales, la instalación de agua nueva, la construcción de baños, nueva iluminación y un sistema de riego automático, entre otras mejoras", detalló Martín y sostuvo que esperan que esa licitación esté otorgada "entre los meses de enero y febrero".
Lo que pregunta el vecino: ¿Por qué se tardó tanto en comenzar y por qué demora tanto tiempo?
Las obras en la plaza Mitre debieron esperar la autorización de la Comisión Nacional de Monumentos, un trámite necesario para modificar el aspecto y el entorno del espacio, declarado como solar histórico.
Por este motivo, Martín enfatizó que las tareas en este espacio "al ser una pieza histórica requieren de mucha precisión, de un trabajo coordinado y de consultas con especialistas" y en ese sentido sumó que "no es algo para hacer a la ligera o con irresponsabilidad, porque es una plaza que nos define y que nos da identidad a todos los sanisidrenses, por eso aplaudo la decisión del intendente (Gustavo Posse) de comenzar esta restauración histórica que estamos haciendo".
"A alguna gente puede molestarle tener la plaza cerrada, pero San Isidro tiene más de 70 espacios públicos, y luego tendremos la plaza central de nuestra ciudad completamente restaurada de manera que nos haga sentir muy orgullosos una vez que las volvamos a reabrir", indicó y añadió: "Sabemos que a muchos los pone ansiosos, pero hay que ser transparente y claro: todo esto lleva el tiempo que lleva por ser una plaza histórica. No se puede tirar la plaza abajo y poner juegos plásticos o hacer cualquier tipo de cosa".
La licitación pública marcará el pulso de cómo seguirá la obra. "Tenemos expectativas de que durante 2022 podamos volver a disfrutar de la plaza. Una vez que se adjudique la licitación (en enero o febrero de 2022), creemos que puede haber un plazo de siete u ocho meses de obra", sostuvo Martín.
¿Cómo quedará la plaza?
La investigación de fotografías históricas que realizó el Museo Beccar Varela permitió identificar cortes “de época”, ya que la plaza original fue transformándose a lo largo de los años, y se tomó partido por el período 1930 a 1950 como referencia para su recuperación.
La propuesta prevé recuperar todos los componentes originales que dan a la plaza una identidad para los vecinos de las distintas localidades de San Isidro: su arbolado, sus monumentos conmemorativos y ornamentales, el reloj floral, las balaustradas y escaleras, los bancos antiguos, el bebedero, las farolas y el solado de ladrillos fabricados en San Isidro.
El solado característico (que se deterioró por el crecimiento de las raíces de los árboles) se cambiará, manteniendo la misma tipología y el mismo color, en la parte alta de la plaza. En el centro, se incorporará un círculo del mismo soldado pero de color gris a modo de huella histórica, recordando que en esta área existió una glorieta a principios del siglo XX, que comenzó a dar lugar a la morfología actual de los canteros.
Para exaltar más el valor histórico de la Plaza Mitre, habrá un centro de interpretación que ofrecerá a los visitantes un recorrido visual, histórico y evolutivo de la Plaza y su entorno, alrededor del que se sucedieron acontecimientos públicos remotos.
De arriba a abajo, el lugar una rampa que conectará los extremos, y se recuperará la fisonomía original del sendero que se ubica junto a la medianera de la Finca Santa Ana.
En cuanto al monumento a Mitre, se decidió generar una pequeña escalinata en su parte posterior, para permitir el acercamiento al monumento, generando un camino que lo rodea, y a su vez generar una apertura visual mayor en la vereda paralela a la Av. Libertador. Al estar las escalinatas por detrás del monumento, la fisonomía de la plaza no se ve afectada.
Además, se retirarán otros dos bustos que la Comisión Nacional de Monumentos calificó como inapropiados para la restauración de la plaza: el Hito a la Argentinidad y el Monumento a la Paz, colocado en la parte baja de la plaza junto al Colegio Marin. "Vamos a relocalizarlos en otros lugares del partido. eso se hizo en conjunto con el Marín, y con otras ONG como la Asociación Amigos de San Isidro. Acordamos los lugares para recolocar las piezas. Es un trabajo minucioso que se hace para no perder la historia ni lo que se ha hecho a lo largo del tiempo, más allá que no tenga que ver con la originalidad de la plaza", cerró Leandro Martín.