Medio siglo en San Martín: la empresa de anteojos que produce para reconocidas marcas mundiales

LGI SRL trabaja actualmente en la localidad de Villa Lynch y es una referente en la fabricación de anteojos, produciendo para marcas como Tiffany, Union Pacific, entre otras.

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San Martín es industria y la industria es San Martín. Desde metalúrgicas, mecánicas, electrónicas, tecnológicas y alimenticias se desarrollan en el distrito, pero también hay otras decenas de rubros que producen localmente, como el de los anteojos. En este caso, la empresa LGI SRL, ubicada en la localidad de Villa Lynch pero con historia en Villa Maipú, es un baluarte sanmartinense que hace 50 años produce y actualmente lo hace para reconocidas marcas del mercado mundial.

Poco más de medio siglo separa a los primeros pasos de una sencilla empresa a una extraordinaria actualidad que la tiene fabricando reconocidísimas marcas de anteojos destinadas a todo público y a cualquier circunstancia. Villa Maipú fue el lugar del comienzo para aquel entonces una PyME familiar y de pocos recursos. Luego, a través de ahorros y mucho esfuerzo, la familia Fermani adquirió un galpón en Villa Lynch, en donde hasta hoy se desarrollan.

Norberto Fermani, socio gerente de la empresa, cuenta, y con vasto orgullo, los inicios de LGI SRL, en el que primaba el sacrificio y en el que solamente se encontraban cuatro personas: él, su hermano, su padre y un colega.

La actitud y las ganas de llevar a cabo de manera fructífera el proyecto nunca cesaron, lo que permitió que la empresa produzca 100.000 unidades anuales y fabrique marcas como Union Pacific, Tiffany, Paul Riviere y Embó, entre otras que también recorren el mundo. “Esta es una industria no tradicional. Pocos países en el mundo producen anteojos”, admite Fermani.

“Esta es una planta hiper tecnificada para el estándar mundial”, agrega el socio gerente de LGI SRL que actualmente cuenta con 55 personas dedicadas a “hacer el mejor anteojo del mundo”, algo que requiere entre 40 y 70 pasos y, principalmente, mucha responsabilidad y compromiso.

"La calidad se trabaja todos los días, anteojo por anteojo y operación por operación, y su fabricación consta de muchísimas operaciones, por muchas manos. Es importante que cada detalle esté bien hecho, y si algo sale mal, eso hace una pieza de mala calidad", explicó Sergio Fermani en una entrevista con el programa Con Estilo.

Esa exigencia, la vigencia y el trabajo cotidiano pusieron a LGI en un lugar destacado en la industria de fabricación de anteojos a nivel mundial, con sangre sanmartinense.

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