Desde las próximas semanas el PRO comenzará formalmente a ser parte de la gestión del Gobierno Municipal de San Isidro. Y lo hará en un lugar simbólico, cuando una de las principales críticas que se le realizan al gobierno de Posse es su permanencia en el poder: el PRO tendrá a su cargo una nueva Secretaría de Modernización. La misma sera votada está tarde en el HCD y tendría al frente a la actual concejal Rosalía Fucello.
“Es nuestra forma de pisar el municipio, para empezar a pintarlo de amarillo de cara a 2019” le contó a QuePasa un referente del partido que lidera Mauricio Macri. La posibilidad de la nueva Secretaría de Modernización surgió de una negociación por los votos en la rendición de cuentas. El oficialismo local se encuentra en una posición de debilidad ya que no cuenta hoy con la acostumbrada mayoría automática. Y frente a una Rendición que a vistas del PRO “estaba floja de papeles”, la posibilidad de acompañar con el voto, cuentan desde el PRO, estuvo vinculada a contar con una herramienta con la que se pueda, de ahora en más, controlar la gestión. De esta manera, si finalmente Fucello asume en el cargo (desde su entorno afirman que tendría una propuesta para sumarse a un puesto nacional), el possismo conseguiría un voto mas propio con la asunción de Carlos Bologna, nuevamente en la banca de concejal.
La nueva secretaría es criticada por la oposición y también vista con preocupación por sectores del oficialismo sanisidrense. "Este proyecto es una cáscara vacía de contenido que hace explicito el acuerdo propio de las viejas prácticas políticas, entre el PRO y Posse, a través de la creación de una mega Secretaría Municipal, que tiene como único objetivo cambiar cargos por votos en el HCD", sostuvo el concejal del bloque del PJ San Isidro, Fabián Brest. Y tanto desde el Frente Renovador como desde el vecinalismo de Convocación, en diálogos en off con QuePasa, diferenciaron la letra del proyecto, con la que pueden coincidir (el proyecto incluye iniciativas que años anteriores fueron presentadas por diferentes bloques, pero que no lograron tratamiento en el HCD), con lo que consideran el dato político relevante es el avance: el avance del PRO sobre el gobierno municipal. "Les interesan más los 21 millones para pagar cargos que la modernización del estado", afirmó Marcela Durrieu sobre las intenciones del PRO.
Esto también es advertido con preocupación desde sectores que conforman el oficialismo sanisidrense, que ven peligrar su continuidad de cara al 2019. No sólo por lo que supone en términos políticos el ingreso del PRO a la gestión, sino porque es la primera vez que el possismo tiene en el gobierno nacional y provincial un espacio político que le disputa su mismo electorado, y con funcionarios nacionales y provinciales que llegan todas las semanas a San Isidro y ya mantienen reuniones con distintos actores sociales, con independencia de la gestión municipal. Y todo esto en un contexto donde se ha votado hace semanas, con gran consenso social, el fin de las reelecciones. Y aunque Posse, que va por su cuarto mandato, podría legalmente ir por un mandato más, el clima político le estrecha cada vez más las posibilidades. “Están desembarcando sin tirar un solo tiro” dicen preocupados desde sectores del possismo.