Tigre volvió a jugar un partidazo y superó por 2 a 0 a Rosario Central en el José Dellagiovanna por la fecha 9 de la Copa de la Liga. Pablo Magnín de penal y Lucas Blondel marcaron los goles del equipo de Victori,a que se subió a la punta del torneo.
En el arranque, Rosario Central impuso las condiciones y lo hizo poner incómodo al Matador durante 15 minutos. El trámite era parejo, pero la pelota pasaba más tiempo en el área de Tigre. El Canalla presionaba constantemente y obligaba a Marinelli al balón largo. Gino Infantino se volvió una preocupación para Cabrera-Luciatti, con sus movimientos de entrada y salida por detrás de Ruben, y los obligó a estar más atentos que nunca.
Recién a los 20', Tigre pudo empezar a sortear la presión del Canalla y explotar los costados, hasta ese momento poco utilizados por Blondel y Prieto, aunque sin tanta claridad. Alexis Castro y Zabala estuvieron bien contenidos y la búsqueda para desequilibrar pasó mucho por Ijiel Protti, quien fue intercambiando posición con Castro de izquierda a derecha y viceversa según el pedido de Diego Martínez.
Durante un largo rato fue un partido de muy disputado y de detalles, de dos equipos intensos y con ganas de atacar pero al mismo tiempo de líneas cortas, compactas y que no dejaron casi ningún espacio para el rival. El juego brusco también se hizo presente producto de algunas imprecisiones y fue cada vez más recurrente: en total hubo 21 faltas en el primer tiempo con tres amonestados.
Casi no hubo chances claras en la primera parte y los últimos 15' fueron de pura disputa. Central siguió mostrando agresividad pero ya no manejó la pelota con tanta claridad y Tigre terminó un poco mejor, asociándose mejor en el mediocampo, pero sin poder generarle peligro al arquero Gaspar Servio.
Al minuto del segundo tiempo, Tigre se encontró con el 1-0. Mano clara de Baez en el área y Pablo Magnín cambió penal por gol para marcar su cuarto gol en el campeonato. A partir de ahí, el desarrollo del juego se hizo más intenso y nuevamente los laterales del Matador fueron protagonistas y en ellos estuvo la llave para lastimar a Central, sobre todo en Prieto que apareció libre por izquierda varias veces.
A Central le costó mucho generar juego por dentro y ahí es donde emergió la figura de Equi Fernández, dándole orden y equilibrio al equipo. Tigre fue en todo momento un equipo inteligente y ordenado y nunca sufrió en el fondo. Volvió a hacer un desgaste enorme en la presión y al mismo tiempo nunca dejó de buscar el segundo. A los 31', Retegui apareció solo en el área para conectar un centro de Blas Armoa (hizo su debut oficial) y la pelota dio en el palo.
El Matador merecía el segundo y lo consiguió a los 37 minutos. Conexión entre Blas Armoa y Blondel, el paraguayo la dejó de taco y Blondel sacudió de derecha para marcar el 2-0 y el tercero en su cuenta personal en lo que va del torneo. Central se fue del partido y el resto de los minutos fueron de absoluto control de Tigre, que incluso pudo aumentar la ventaja.
Con este resultado, los dirigidos por Diego Martínez llegaron a 15 puntos y se subieron a la cima de la Zona B de la Copa de la Liga, ubicándose en el primer puesto por diferencia de gol (+7 contra +3 de Boca y Estudiantes, también con los mismos puntos). En la próxima fecha el rival será Independiente en condición de visitante.