El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, afirmó que los resultados de las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) que ubican a la Argentina en el puesto 58 de 65 países analizados, demuestran el deterioro que se viene dando en la calidad educativa del país. Las declaraciones surgen luego de que el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, desestimara la confección de este ranking en el XV Congreso Mundial de Educación Comparada.
“Nuevamente el gobierno en lugar de ocuparse de la situación, dice que los indicadores no sirven. No podemos esconder las pruebas y desviar el tema cada vez que aparece un dato que pone en evidencia los problemas del país. Tampoco podemos acostumbrarnos a la mediocridad y al fracaso”, agregó Posse.
Cada tres años, las pruebas PISA, impulsado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), evalúan la calidad educativa en distintos países. Para eso, miden el rendimiento de los estudiantes de 15 años en Matemática, Ciencias y Lectura. Argentina ya participó en estas pruebas en tres ocasiones. La primera vez, en 2000, había quedado en el puesto 37 a nivel mundial; la segunda vez, en 2006, en el puesto 53; y en el 2009, descendió al puesto 58 y quedó séptima en la región.
El intendente subrayó que los estándares que debemos buscar deben ser de calidad. “La educación es muy importante. Es hora de definir qué educación y en consecuencia qué ciudadanos queremos para el país”, concluyó.
Posse recordó que el Municipio de San Isidro lleva adelante políticas para mejorar la calidad de la educación de gestión pública y puso como ejemplo los talleres extraprogramáticos: un servicio brindado por profesores que la municipalidad destina a las escuelas oficiales y ONG’s, para jerarquizar la educación estatal. En los talleres se brindan materias complementarias como inglés, informática, teatro y lenguajes de comunicación, entre otras.