En la vida de un simpatizante de cualquier equipo de fútbol hay recuerdos y momentos que quedarán por siempre en lo más profundo de su interior, ya sea por campeonatos logrados, ascensos o salvadas milagrosas del descenso. Para el de Chacarita, cada vez que al Funebrero le toca jugar con Defensores de Belgrano (como ocurrirá este lunes 27 de junio), le es imposible no acordarse de lo sucedido en 2005.
Por aquel entonces, el conjunto de San Martín atravesaba un escenario futbolístico muy desfavorable. Venía de dejar Primera División tras permanecer allí por cinco años consecutivos para volver a disputar la segunda categoría, la antiguamente llamada Primera B Nacional, en la temporada 2004/2005.
El objetivo era claro: rebotar y pegar el salto nuevamente a la élite. Lejos de ello, Chaca no se preparó nada bien para afrontar el campeonato. Las incorporaciones (como también el DT de turno) no dieron sus frutos y, tras realizar un magro Torneo Apertura y un irregular Clausura, un nuevo descenso, esta vez a la Primera B Metropolitana, estaba a la vuelta de la esquina.
Después de ganar un tremendo partido para el infarto ante Ferro en Caballito por 3 a 2 y vencer luego a Racing de Córdoba por 4 a 1 en La Plata, el Tricolor quedó igualado en puntos con Defensores de Belgrano, lo que los obligó a ambos a disputar un encuentro de desempate para definir quién se iba al descenso y quién jugaba la promoción.
El partido, que hasta el día de hoy los hinchas tanto del Dragón como del Funebrero recuerdan con muchísimo sufrimiento, se jugó en la cancha de Huracán. Como en la mayoría de las finales, el encuentro estuvo cerrado y muy luchado en la mitad de la cancha. El cero calificó los 120 minutos de juego y así llegaron los penales.
Y aquí apareció la figura de Jorge Vivaldo, quién regresó al club para jugar este partido de forma gratuita después de su ida finalizada la primera rueda. El Flaco atajó un penal decisivo para que Chaca se imponga por 5 a 4 en la tanda y siga con vida. Lo que siguió fue una promoción (también sufrida) frente a Platense, en la que se terminó de sellar la estadía en la divisional.
Mientras tanto y, en la previa del partido del lunes que comenzará a las 21:15 horas, los funebreros rememorarán aquella histórica e intensa tarde en el Ducó, donde una vez más se hicieron presentes, sufrieron y acompañaron a su equipo.
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