En una audiencia celebrada en una de las dependencias del Ministerio de Trabajo, los directivos de Banghó y representantes de la UOM, encabezados por Antonio Caló, acordaron que los 183 despedidos de la empresa tecnológica ubicada en Vicente López pasarán a ser considerados suspendidos durante 60 días y cobrarán el 70 por ciento del salario.
El anuncio fue hecho en el marco de una movilización llevada a cabo para pedir la continuidad de la fuente laboral. Allí, Caló sostuvo que "no vamos a tolerar más la apertura de las importaciones como hicieron, porque por eso los trabajadores de Banghó se quedaron sin empleo".
Al referirse a la problemática que sufre el gremio metalúrgico, Caló señaló que "en el último año tuvimos 9.000 compañeros que se quedaron sin trabajo y 15.000 suspendidos y no sabemos qué puede pasar con ellos cuando deban reintegrarse a sus empleos en marzo".
El conflicto con Banghó comenzó con el anuncio del cierre de la planta ubicada en Vicente López a fines de enero pasado, y la intención de la empresa de pagar sólo un 50% de indemnización a quienes iban a ser despedidos. Días después, el Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria, argumentando que “tiene la capacidad industrial para dedicarse a otra actividad”.