Después de que apareciera una cartera de cosméticos que decía "Ara la morocha" y fuera reconocida por la familia de Araceli como perteneciente a la joven, la búsqueda y los allanamientos policiales se orientaron fuertemente al barrio 9 de Julio. El hallazgo de las pertenencias de la joven fue en las calles 9 de julio y Almirante Brown, a una cuadra del barrio donde las pesquisas se centran en lugares vinculados a la venta y el consumo de drogas.
La declaración de un caminonero
Un camionero de la localidad entrerriana de Chajarí aseguró haberla visto en companía de otro joven. El hombre se presentó espontáneamente durante el mediodía de ayer en la fiscalía y contó que los llevó hasta la ciudad de Ceibas. Según su relato, esto ocurrió el 3 ó 4 de abril y le habrían dicho que sus planes eran seguir hasta Misiones para después llegar a Brasil.
Pero rápidamente la familia salió al cruce de esta versión que tuvo mucho eco en los medios: "La declaración del camionero es pescado podrido, quieren embarrar la búsqueda" declaró Ricardo, el padre de la jóven al portal Dosurbanos.
"No confío en nadie"
La madre de la joven afirmó que no confía en nadie, ni siquiera en el chico que salía con Araceli en el último tiempo. "El chico viene todos los días. Él viene, se sienta a tomar mate, yo lo veo llorar, pero a mí hoy no me conmueve nada. Yo hoy desconfío de todo el mundo", lanzó.
Por último, deslizó la posibilidad de que Araceli haya caído en una red de trata de personas. "Ella es una chica que se sabe defender. Yo pienso que la deben tener dopada o algo por el estilo. O que la hayan sacado del país", se lamentó.
También, pidió la presencia del Mauricio Macri: "Que el Presidente se comunique si es posible. No solamente cuando necesitan los votos", insistió Mónica, y remarcó la necesidad de resolver qué fue lo que ocurrió con el celular de Araceli. "Me gustaría que se apuraran más con la última llamada de celular que hizo mi hija. Porque todavía las antenas no pueden brindar la información", sostuvo.