La arqueología cumple un rol fundamental en el estudio de la sociedad y los cambios que se fueron produciendo a lo largo de la historia. En ese marco, el Museo Pueyrredón de San Isidro inauguró tres nuevas salas para dar a conocer los procesos y metodología del trabajo de esta ciencia relacionado a su propia historia.
La sala central y la galería de la Casa de los Chacareros permiten transitar en forma dinámica los procesos del trabajo arqueológico. Las salas laterales hacen foco en la exhibición Manos en la tierra, arqueología en proceso, y en la galería se encuentra una larga mesa para hacer remontaje. Esta iniciativa tiene como punto de partida los trabajos arqueológicos iniciados en 2019 en la quinta de Rivera Indarte 48, en la localidad de Acassuso, y encontró un fuerte impulso en Ensayar Museos, la convocatoria de la Fundación Williams que ganó en el año pasado el museo.
Manos en la tierra, lejos de discursos cerrados y resueltos, abre un espacio de intercambio, preguntas, dudas y sugerencias entre la visita, los equipos técnicos del museo y el Centro de Arqueología Urbana (CAU) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UBA), dirigido por el doctor Daniel Schávelzon.
De entrada, habrá un mapa con los puntos de excavación para que el visitante empiece a trazar relaciones de contenido y conozca cómo evolucionan las tareas del CAU. Allí, otro panel invita a enlazar fotos de piezas encontradas (botellas, monedas, clavos, caracoles, cucharas y bolitas) con otras imágenes que están en cajas listas para ser revisadas. Si la imagen buscada no está en nuestro mapa de relaciones, a soltar la imaginación y dibujarla en una mesa llena de lápices.
El fragmento de una pieza lleva en La parte y el todo a imaginar cómo sería la pieza completa. Otras instancias proponen ordenar el trabajo en el laboratorio desde fotos con frases (Lavamos, Clasificamos, Guardamos, Rearmamos, Fichamos, Secamos) o en el campo (Comenzamos a cavar, Sacamos fotos, Trazamos la cuadrícula, Investigamos, Generamos una hipótesis, Medimos). En otro panel, un sachet de leche, un encendedor, un celular antiguo y más piezas bajo la pregunta ¿Qué cosas de hoy sorprenderían a un arqueólogo del futuro? Todo un ejercicio de introspección y proyección.
Las salas laterales hacen foco en la exhibición. Hay piezas del siglo XIX recuperadas en la quinta, desde herrajes, baldosas, ladrillos, tejas y otros materiales de construcción hasta elementos de la vida cotidiana, como fragmentos de vasos, recipientes y de una muñeca de porcelana. Además, objetos asociados con la alimentación, entre restos óseos de preparación de comidas a caracoles de consumo, y varias herramientas de labranza halladas en las excavaciones realizadas en la actual Casa Museo Alfaro, frente a la catedral local.
“El Pueyrredón es un museo vivo, que todo el tiempo indaga sobre su colección y los personajes que habitaron la quinta, por eso, la puesta museológica de estas nuevas salas, que nos lleva a entender de un modo más cabal el funcionamiento de la quinta como unidad productiva, estará en constante proceso, mutará en el ida y vuelta con el público y en el devenir de las excavaciones que siguen en curso”, explica Eleonora Jaureguiberry, secretaria de Cultura y Ciudad de San Isidro.
“Nos interesa visibilizar también el trabajo que se da puertas adentro del museo en relación a cómo exhibir y contar el patrimonio. La arqueología pone en evidencia decisiones que se tomaron en el tiempo, por ejemplo, en relación al edificio, y nos recuerda que el museo es un organismo vivo que sufre cambios en función de las variantes que se dan en el abordaje museográfico y museológico", completa Cecilia Lebrero, gestora de las Colecciones del museo.
Las nuevas salas podrán visitarse con entrada libre y gratuita de martes y jueves de 10 a 18 y los sábados y domingos de 14 a 18 horas.