El concejal Federico Gelay participó de una reunión con el grupo “vecinos de La Calabria” conformado con vecino de dicho barrio que se reúnen hace mas de un año y al que se han sumado vecinos de la localidad de Beccar, que comparten la problemática de la inseguridad.
Tras una presentación los vecinos comenzaron a dar testimonios de los hechos de inseguridad sufridos en los últimos días. Una señora de La Calabria, relató como una banda de jóvenes que merodean el Barrio Las Casitas intentaron golpear a su hijo y a sus amigos sin ningún motivo: “fue terrible. Los chicos venían caminando y los empezaron a correr para golpearlos. Mi hijo tuvo la lucidez de llamar al 911 mientras los corrían hasta que él y sus amigos lograron meterse en mi casa y cerramos con llave. Entonces la banda de chicos llamó a otros y empezaron a patearme la puerta hasta que la rompieron. Cuando sintieron las sirenas se escaparon. La policía logró que se fueran pero, como siempre, no agarraron a ninguno”. Otra madre relató hechos similares ocurridos en la Plaza Castiglia y muchos vecinos expresaron sus quejas por la falta de iluminación en las calles del barrio.
A su turno, concejal Federico Gelay expuso su punto de vista: “existen dos formas de encarar la inseguridad. Una de manera inmediata que corresponde a los justos reclamos que ustedes expresan y otra a largo plazo, que es absolutamente necesaria para resolver el tema de la seguridad; para ambas, se necesita de una decisión política. En el primer caso, sea luminarias en las trasversales, cámaras de seguridad en zonas en las que están ausentes, más y mejores patrulleros, étc, precisamos de que el Intendente reconozca a la inseguridad como uno de los temas urgentes de los vecinos y que se disponga a ejecutar la totalidad del presupuesto asignado en esta área. Sin embargo, para resolver el problema de fondo, debemos atacar otros factores que el oficialismo olvidó por completo, como la deserción escolar. La deserción escolar es el primer semáforo amarillo antes de que un chico comience una carrera delictiva. El seguimiento del chico con su padre, su madre o su tutor es fundamental para que el chico no caiga en la droga y en la delincuencia. Sin embargo, ante esta cuestión fundamental, la intendencia no ha ofrecido ninguna solución e inclusive no la reconoce como un problema”.
Otra vecina, que se acercaba por primera vez al grupo compartió: “mi hija es adolescente y tiene miedo de salir de mi casa. La semana pasada un grupo de chicas y chicos del colegio Santa Isabel se fueron todos juntos, por cuestiones de seguridad que ya tenemos charladas, hacia la avenida a tomarse el colectivo. Una de las chicas se olvidó las llaves de su casa en su pupitre y volvió a buscarlas. Cuando estaba regresando hasta la avenida, una camioneta blanca frenó de golpe y un hombre intentó subirla por la fuerza. La chica logró gritar y alertó a un vecino. El secuestrador logró escapar. No puedo soportar más que mi hija no quiera salir a la calle, que llegue llorando y temblando a mi casa, es una situación desesperante”.
El concejal Federico Gelay, que desde la segunda reunión que concretaron los vecinos ha asistido a todos los eventos, expresó: “en primera instancia felicito a este grupo y creo que no deben abandonar esta lucha porque este es el único modo de que el gobierno municipal los escuche. Aunque muchos no lo crean, gracias a los reclamos impulsados por este grupo se lograron mejoras en materia de seguridad. Sin embargo falta muchísimo por hacer y la seguridad no parece ser una cuestión urgente para Gustavo Posse. Por eso me comprometo a seguir instalando el problema de la inseguridad desde el Concejo Deliberante hasta que el Intendente lo tome como una verdadera política de estado municipal”.